¿Amarran la Liga? Real Madrid golea 4-0 al Girona en casa y se acerca al título

El club blanco tuvo una de sus mejores exhibiciones de la temporada y goleó al sublíder de España en el Santiago Bernabéu con doblete de Jude Bellingham.

Bellingham celebra uno de sus goles (EFE)

Un recital de Vinícius, goleador, asistente y fantasioso en cada acción ante Yan Couto, fue el factor diferencial en el pulso por el liderato, el golpe repleto de firmeza a LaLiga de un Real Madrid excelso, que convirtió la excelencia del Girona en debilidad, para golearlo sin piedad.

No encontró rival el Real Madrid en un Girona al que bajó de la nube. Pese a su sello inconfundible. Pese a su valentía. Con la línea defensiva instalada en el centro del campo en el Santiago Bernabéu, dispuesto a asaltar un reto mayor en una temporada de ensueño. La distancia en futbolistas instalados entre los mejores del mundo fue notoria porque deciden los días trascendentales, como Vinícius y Bellingham.

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Encaró el partido el Real Madrid con la dimensión que había adquirido. Respetó al rival hasta el punto de jugarlo como una Final. Líneas juntas, duelos con intensidad para robar, cuanto más alto con mejores consecuencias. La posesión fue estéril para un Girona bisoño que ni tiró a portería en el primer acto. Reducido al máximo desde que lo decidió Vinícius. A los seis minutos con uno de sus mejores goles en el Bernabéu. Amago hacia dentro en carrera y derechazo al ángulo desde fuera del área.

La definición que tanto se le demanda a Vini llevada a su máxima expresión. Asentó aún más el planteamiento de Ancelotti, aceptando de buen grado el ofrecimiento a correr y aprovechar el espacio. Bajo la dirección estelar de Kroos, con nueva lección de liderazgo y en el desplazamiento en largo, la presencia en todas las zonas de Camavinga y Valverde. El centro del campo se tiñó de blanco mientras Míchel lamentaba la baja de Yangel Herrera.

Ese perfil de jugador para incomodar a Bellingham, que corrió al espacio a los 36 minutos ante el pase estelar de Vinícius. Pegado a la banda izquierda, lo dibujó con el exterior del pie, para que Jude se marchase con facilidad de Gazzaniga y marcase a puerta vacía.

Al Girona le pasaba un tren por encima. Sin capacidad de generar peligro. Sin respuestas defensivas. Con Couto sufriendo cada vez que le encaraba Vinícius tanto como unos centrales sin marca fija que fueron superados a sus espaldas. Y se gustó un Real Madrid intenso y preciso. Consciente de que su rival logró varios imposibles en remontadas express. Rodrygo, Vinícius y Bellingham perdonaron un castigo mayor antes del descanso.


La goleada llegó en el segundo tiempo

Vinícius, quien si no, volvió a dejar claro quien era el dueño del partido. Se fue de Couto con un regate en seco que precedió el disparo raso que rechazó donde nunca debe un portero, al centro, para que Bellingham, ya cojo tras dos torceduras del tobillo izquierdo, marcase la sentencia y su doblete antes de ser sustituido.

El partido sentenciado invitó a Ancelotti a pensar en el regreso de la Champions. Antes, celebró un gol esperado, el de Rodrygo, que vivía un mal momento en la definición. Tras un testarazo arriba, encontró el tanto deseado con una acción defensiva de Vini. 

El robo a Couto, en su partido para el olvido, desató la carrera y el latigazo de rabia a la red para dar forma a una goleada inapelable en el golpe a LaLiga madridista. Aún tuvo tiempo para empeorarle el defensa brasileño, con un penalti sobre Güler en el último minuto que estrelló Joselu en el palo.

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