Xavi Hernández cumplió su sueño de dirigir al Barcelona, pero le faltó un poco más

El estratega salió campeón de LaLiga y la Supercopa de España, pero no logró emular el éxito que logró en su etapa como jugador.

Xavi Hernández, una leyenda del Barcelona. (Foto: EFE)

Leyenda del Barcelona, Xavi Hernández anunció este sábado su salida del club a final de temporada, algo más de dos años después de que fuera llamado para recuperar el juego de toque y los éxitos, que él mismo había encarnado sobre el campo.

"El 30 de junio no seguiré como entrenador del Barcelona", anunció este sábado Xavi, tras una dura derrota liguera contra el Villarreal 5-3 que ha precipitado su anuncio.

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Campeón del mundo en 2010, el poseedor de uno de los mejores palmarés del futbol español, había vuelto a su casa en noviembre de 2021 para asumir la batuta del equipo, aunque ahora desde la banda y no desde la medular del campo.

El lugar parecía predestinado para este discípulo de Johan Cruyff y Pep Guardiola, criado en el 'tiki-taka', el juego de toque popularizado por el Barça en el inicio de la década de 2010.

Su regreso supuso la reanudación de su historia de amor con el Barcelona, interrumpida en 2015 con su marcha al Al-Sadd catarí, justo después de ganar una cuarta Liga de Campeones.

Durante la era Guardiola (2008-2012), el mundo se maravilló con los precisos pases de este centrocampista, auténtica piedra maestra del edificio azulgrana que dominaría Europa durante varios años... aún estando a la sombra de Lionel Messi y otras superestrellas.

Tras colgar las botas en 2019, se inició como entrenador en el mismo Al-Sadd. Siendo todavía un técnico relativamente poco experimentado, regresó al club de su vida, al que la temporada pasada llevó a ganar la Supercopa de España y LaLiga, pero que ahora deja para permitir "un cambio de rumbo".

Nunca ganó el Balón de Oro

Este pequeño centrocampista (1,70 m y 67 kg), entró a los once años en la Masía, el centro de formación del Barça, donde irá superando categorías hasta su debut con el primer equipo en 1998, a los 18 años.

Y pese a las dudas generadas inicialmente por su imagen de fragilidad, se convertió pronto en titular y después capitán, coleccionando títulos: cuatro Champions (2006, 2009, 2011 y 2015), ocho Ligas, así como un Mundial (2010) y dos Eurocopas (2008 y 2012) con España (133 internacionalidades).

En total, Xavi Hernández acumuló 23 trofeos en 767 partidos con el club azulgrana, sólo superado en número de encuentros por Lionel Messi (778 partidos).

A pesar de esta carrera excepcional, Xavi nunca logró el Balón de Oro, varias veces superado por su compañero Messi.

Pero poco importa porque para el jugador Xavi, el equipo pasa antes que todo lo demás como volvió a destacar este sábado.

"He sido un hombre de club, he priorizado al club por encima de mí, lo he dado todo y lo seguiré dando estos cuatro meses para que la afición se sienta orgullosa", aseguró.


Brillante, pero discreto

Entre sus modelos, Xavi tenía a su padre, "además de Cruyff, que cambió la historia del futbol, y de Joan Vila (entrenador del fútbol base azulgrana), mi padre futbolístico, que sabe más de cruyffismo que el propio Cruyff", afirmó en una entrevista con el diario La Vanguardia.

"Y Guardiola también, una gran influencia", explicó Xavi, que lo tuvo como compañero en el vestuario antes de tomar su lugar en el centro del campo... y convertirse en su portavoz sobre el terreno de juego.

"Creo en tener la pelota tanto como sea posible, con mucha presión, jugando en la mitad opuesta, empujando con ataque. Es el futbol con el que viví en el Barcelona y la selección", asegura.

Jugador brillante pero hombre discreto, se sabe poco de su vida personal: apenas se le conoce una pasión por recoger champiñones, en la que inició a Piqué y su expareja Shakira.

Y una gran generosidad. Con la periodista catalana Nuria Cunillera, su esposa desde 2013, Xavi donó un millón de euros a hospitales de Barcelona en plena pandemia en la primavera de 2020, tres meses antes de sufrir él mismo el covid-19.

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