La Tota Carbajal fue el ‘Cinco Copas’ que odiaba los guantes para atajar

El legendario portero murió a los 93 años, asistió a cinco Mundiales y dejó una gran huella en el Club León.

La Tota Carbajal no solía utilizar guantes en los partidos. FOTO: Mexsport.

Este martes 9 de mayo murió una leyenda del futbol mexicano: Antonio Tota Carbajal, quien dejó este mundo a los 93 años de edad y con un sinfín de anécdotas; por ejemplo, al Cinco Copas no gustaba utilizar guantes de portero, situación que era indispensable en su posición de guardameta.

La Tota no utilizaba guantes

La modernidad invadía a la Ciudad de México, la década de los años 50 venía acompañada por un gran cambio cultural y social; esa modernidad que jamás permitió Antonio Carbajal que invadieran sus manos, pues odiaba usar guantes.

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Se trata del primer futbolista del orbe que estuvo en cinco Copas Mundiales, un récord que conservó en solitario durante 32 años, hasta que aparecieron el alemán Lothar Matthäus y el mexicano Rafael Márquez.

A esta cifra, posteriormente, se unieron el también alemán Miroslav Klose, el argentino Lionel Messi, el portugués Cristiano Ronaldo, y los también mexicanos Andrés Guardado y Guillermo Ochoa; excepto Klose, el resto apenas alcanzó la marca en Qatar 2022.

La vida de Carbajal Rodríguez iniciaría sus páginas doradas en los Juegos Olímpicos de Londres 1948; después de disputar su primer Mundial, regresó a tierras aztecas para hacer a la par otra historia: el ser el mítico portero de los Panzas Verdes, donde militó durante nada menos que 16 años.


Para 1954, el guardameta se dirigía junto a sus compañeros, como Tomás Balcázaro José Luis Lamadrid, a Suiza para el Mundial de ese año de la mano de Antonio López Herranz.

Fue justamente este técnico español el que además llevó a la Tota Carbajal la siguiente cita mundialista, esa vez en Suecia 1958.

La caída del Ángel y el tercer Mundial

Con 31 años de edad, la Tota Carbajal seguía fiel a su idea de no usar guantes y detener esos duros balones de cuero, sin importar el dolor o tener un dedo roto, el anular derecho, como jugó durante casi toda su carrera.

Hasta su tercera Copa del Mundo, Carbajal presumía una camiseta verde desgastada con el escudo de los Esmeraldas como un objeto de la buena suerte; la usó debajo de aquella sudadera negra con la que disputó tres partidos del Tricolor: recibió 8 goles y quedó en el último lugar del Grupo 3.

A su regreso, el 28 de julio, un sismo de 7.7 grados en la escala de Richter sacudió la Ciudad de México, provocando la caída de la estatua del Ángel de la Independencia.

El guardameta se unió en solidaridad para apoyar a las víctimas subastando sus tachones, medias, aquella camisa verde de la buena suerte que lo acompañó en sus batallas y también sumó un suéter.

Pelé contra Carbajal

Chile 1962 significó para el guardameta el cuarto Mundial, una cifra insólita que provocó que el orbe volteara a ver a la Selección Nacional de México de Ignacio Trelles; el Tricolor llegaba a tierras andinas para enfrentarse al campeón del Mundo y a su máxima estrella: Pelé.

El mexicano aguantó el cero en su arco durante 56 minutos, hasta que Zagallo logró vencer esas manos que experimentaban prácticas novedosas en los entrenamientos como atrapar un balón de americano.

Con los 73 minutos en el reloj, llegó Pelé desde los tres cuartos de cancha y "entró con la fuerza de una locomotora" (se escuchaba en la narración por televisión), para quitarse a la defensa y definir con un zurdazo. 

La Tota Carbajal y su despedida en Wembley

El Cinco Copas había impuesto la marca y el 19 de julio de 1996 disputaba su último partido mundialista.

Con Uruguay como rival, la Tota Carbajal por fin se atrevió a domar sus manos con los guantes, pero no los soportó y terminó dejándolos a un lado de arco que supo defender bien; aquel partido terminó 0-0.

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