¡Olía a nueva! La Puskás Arena recibió a niños de hasta 14 años en su gran mayoría

Niños de hasta 14 años en grupos de diez, acompañados de un adulto, colmaron las tribunas de la Puskás Arena, pues ello pudo romper con el veto de dos partidos que Hungría carga para su escenario, por manifestaciones racistas.

Así, el inmueble magiar, dedicado a la máxima figura del futbol en aquel país, destiló un olor como a nuevo, porque asistieron a apoyar el triunfo del combinado húngaro ante Inglaterra 1-0, un buen puñado de la sangre futbolera nueva de aquellos lares.

Chavales que son parte de distintas academias y escuelas de balompié sí fueron elegibles, y ahora podrán contar que fueron parte de la histórica victoria de su selección, 60 años después, pues la última gesta ante el equipo de la rosa fue en el Mundial Chile 62.

¿Por qué el veto a Hungría?

El veto en el arranque de la Nations League para la escuadra húngara es porque la UEFA castigó algunos incidentes racistas que se suscitaron en partidos de la Eurocopa, en la misma Puskás Arena, en duelos ante Francia y Portugal.

Dicha sanción suponía, a la par de dos encuentros a puerta cerrada, una multa económica que ronda los 200 mil euros.

¿Qué dice el reglamento?

En la Federación Húngara encontraron una secuela en el reglamento para contar con público.

En el artículo 73 se lee que, los niños de hasta 14 años pertenecientes a escuelas o academias de futbol pueden acudir invitados al estadio en estos casos, siempre que vayan acompañados de un adulto (debe ir un adulto por cada diez niños).

Esta norma fue añadida en la actualización de 2019 y permite que los más pequeños acompañen a su selección o a su club, siempre que la Federación lo permita, en los partidos a puerta cerrada, como el que enfrentaron Hungría e Inglaterra.

Esta idea la implementó la afición del Sparta de Praga en octubre pasado, pues el club checo fue sancionado con jugar un encuentro europeo sin público.