¡Clásico Azulcrema! América le da la vuelta a los Pumas con una actuación estelar de Alejandro Zendejas
Alejandro Zendejas hizo la diferencia para las Águilas con jun doblete y una gran actuación.

La diferencia entre América y Pumasno solo es de plantel, también de futbol, de entrenador, de banquillo, de orgullo, de espíritu, de valentía. Todo lo que a las Águilas les sobra en exceso, le falta a Universidad Nacional en la misma proporción. El cuadro de Coapa no solo ganó el clásico capitalino, se llevó por delante a un equipo con poca sangre. El 4-1 refleja el presente de una y otra institución. América es una fiesta. Pumas… Pumas no es un candidato.
Fue otro juego que tuvo un momento de amargura para el América, el equipo de André Jardine fue mejor, dominó a Pumas, lo echó a jugar por delante de la línea del área grande, algo muy similar a lo que ocurrió con Chivas y que las Águilas no supieron descifrar.
Eso sí, el gran mérito del cuadro universitario fue mantener los nervios a tope en la retaguardia, tuvieron mucho aplomo y celebraron cualquier balón cortado.
Sí, la pelota fue toda de los azulcrema, pero el temple lo pusieron los felinos, comandados por Keylor, todos fueron un bloque muy compacto. Universidad apostó a lo físico, a los de Coapa les faltó una chispa más de explosividad, porque tuvieron la iniciativa, pero no la lucidez.
Maximin, Zendejas, Juárez y Alexis Gutiérrez acosaron el arco de Navas, pero el tico y sus legionarios se fajaron para alejar el peligro. Alivio total para los auriazules y frustración para los americanistas.
Y de nuevo, cuando nadie lo esperaba, vino un error de América que lo puso contra las cuerdas. Cáceres se resbaló cuando ya había ganado la posición a Ruvalcaba, le regaló la pelota al atacante que se fue plácido contra Malagón, un tiro de derecha que batió al arquero y puso en ventaja inesperada a los del Pedregal.
América volvió al plan, pero no se enrabietó, le faltó más determinación y una pizca de suerte. Juárez se fue expulsado por reclamar, era un manojo de nervios el estratega felino y más cuando su plan estaba dando resultados.
Zendejas comanda el vuelo
La película no cambió en el complemento. Era un guión muy marcado. América era insistir; Pumas resistir. Juárez cabeceó, pero de nuevo Keylor manoteó a córner. La intervención más determinante del tico se dio cuando Reyes se puso mano a mano con él, pero pudo más la pericia del arquero, pero pudo más la insistencia azulcrema, porque unos segundos después Maxi desbordó, tiró y Keylor repelió el disparo, pero Angulo no supo reaccionar, la pelota pegó en su pecho y se fue al fondo para el empate al 55’.
Quedaba un mundo de partido y lucía muy difícil que otra circunstancia favoreciera a Pumas, de hecho Navas salvó otro autogol de Ramsey. Y sí, Universidad pagó el precio de su racanería, de venir y no proponer, de jugar a defender. Careció de valentía y fue castigado por ello, porque Zúñiga marcó el 2-1 con un cabezazo al 59’. Le tomó diez minutos al América aplacar a los universitarios.
Juárez mandó cambios desde el palco, Memote por Macías y Duarte por Ramsey, dos refuerzos de Pumas de este torneo que pasaron de noche en el clásico más importante de la institución.
Lo sentenció América con una joya de gol de Zendejas al 72’, el volante amarillo definió con un toque bombeado, la leyenda de Keylor nada pudo hacer, Universidad estaba en shock, pedía la cuenta de protección, y los azulcrema no les daban tregua. Los auriazules carecían de respuestas futbolísticas y emocionales. Los americanistas gobernaban en el campo, en la tribuna y en lo anímico. Y para colmo de los universitarios, llegó el 4-1 en un penal que Zendejas convirtió al 82’ por una falta que le cometió Duarte.
Se acabó, América ya no quiso hacer sangre, se dio por satisfecho, ya había borrado del campo a uno de sus acérrimos rivales. A Pumas no le queda de otra que secar las lágrimas, curar la herida y empezar a sacar la calculadora.
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