El árbitro que lloró al darse cuenta de su error en la Final de Chivas en 2006

Joven silbante en 2006, Gabriel Gómez relató las horas de llanto tras el primer partido de la serie por el título, en el que al final sintió alivió porque se coronó a quien había perjudicado.

La final de Ida del 2006 entre Chivas y Toluca era el momento soñado para el árbitro Gabriel Gómez, quien no imaginó que ese partido le provocaría un llanto de toda la noche y una marca en su carrera por no marcar un penal del portero Hernán Cristante sobre Omar Bravo.

Casi 14 años después, Gómez tiene la jugada grabada en la cabeza: el pase del Bofo Bautista a Bravo al minuto 10 y la salida de Cristante, sin ver una falta que al encontrarla en la repetición le hizo tirarse a llorar a la cama en el hotel de Guadalajara tras el partido, pues se había “comido” un penal para Chivas en una Final.

“Obviamente fue un tema de impotencia, de coraje: lloré un buen rato porque era importantísimo para mí que ese partido saliera al 100 por ciento, sin ninguna falla; para mí era algo muy delicado haber dejado de sancionar ese penal y al ver la repetición y escuchar todo lo que decían me tiro a la cama a llorar”, contó Gómez a Mediotiempo.

Horas después, Gómez bajó al lobby y su cara lo decía todo. El asesor de árbitros en aquel momento, Antonio Marrufo, le preguntó si estaba todo bien, lo que derivó en una charla donde reconoció su equivocación.

El tema no terminó ahí porque a su llegada a la Ciudad de México, Gómez era esperado por la prensa. Sin autorización para dar declaraciones, ofreció disculpas a Chivas luego de una dura pregunta: ¿Vas a poder ver a los ojos a tus hijos?

“Me pareció tan fuerte esa pregunta. No maté a nadie, no hice ningún daño grave, porque había sido una jugada polémica, recordó el silbante. “Fue cuando volteo a ver y le dije, pues sí, me equivoqué y ¿qué pasa?”.

Peor para él, la Comisión de Árbitros no solo le señaló el error del partido sino también otro por haber hablado ante la prensa sin permiso, por lo que lo “congelaron” cinco Jornadas al torneo siguiente.

Para la Vuelta en Toluca, Gómez no perdió detalle del partido y descansó al ver que Chivas se pudo coronar en el Apertura 2006 con global de 3-2.

“Fue un partido muy sufrido porque había dejado de marcar un penal. Estaba en la casa escuchándolo en familia, fue el triunfo de las Chivas y ahí como se desahoga uno, al final no perdió al equipo que perjudiqué”, mencionó.

‘ERA PENAL,GABRIEL’: EL RECLAMO DE BRAVO

Una de las partes de la jugada que no se le van de la mente fue el ver a la marabunta rojiblanca reclamándole la falta que no vio.

Llega el Bofo, Venado, incluso Omar Bravo y me reclaman, ‘es penal Gabriel, es penal’. Yo le dije ‘no, es un choque’, yo me morí en ese momento con la mía. El estadio pidiendo el penal, gritando”, relató.

“Afortunadamente yo iba concentrado y sí oía, escuchaba los murmullos y todo lo que decían, pero para mí no es penal, en las siguientes jugadas se me acercaba Bravo y me decía que era penal”.

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