Gracias a un maltrato en Rayados, Carlos Hermosillo se convirtió en ídolo de Cruz Azul

Tras un paso infructuoso por Bélgica con el Standard Lieja, Carlos Hermosillo regresó al futbol mexicano, donde en la Temporada 1990-1991 fue prestado por el América a Rayados con opción de compra, una etapa en la vida del exdelantero mexicano que terminó siendo una pesadilla.

Y es que a pesar de que hizo 22 goles siendo subcampeón de dianas, el Monterrey no lo adquirió de forma definitiva, además de haber tenido enfrentamientos con la directiva; ese episodio dio la oportunidad a Cruz Azul de hacerse de sus servicios y se diera paso al ídolo y leyenda del conjunto cementero.

¿Por qué no se quedó en Rayados?

Hermosillo reveló a Mediotiempo que fueron razones extracancha y un infierno con la directiva de ese entonces que lo tachó de 'grillo'; cuenta que cuando llegó al Monterrey, el directivo Fernando Arredondo le prometió que el automóvil que le estaban prestando sería suyo si pasaba de los 15 goles y aunque cumplió la cuota, le quitaron el carro.

"Cuando yo llego allá, les pido donde vivir, les pido un coche; Arredondo y yo quedamos que si yo pasaba de 15 goles, el coche se me quedaba; cuando termina la temporada y yo tengo que viajar a la Ciudad de México porque aún no decidíamos que sucedía, Juan René (Vega, exdirectivo) entran vilmente como rateros a mi casa, se llevaron mi coche, se llevaron mi música, se llevaron todo lo que traía en mi coche… es de gente que no tiene palabra, de gente que se le olvida lo que es ser decente", contó.

"No podía hacer una demanda porque todo fue de palabra, a mí me enseñaron que la palabra es como firmar un contrato, pero no toda la gente lo cumple… claro que hablé con ellos, pero se hicieron los desentendidos", recordó Hermosillo, quien ya no pudo hacer nada para recuperar lo que era suyo.

Hermosillo sería negociado al Cruz Azul, un equipo de los llamados grandes y al cual apoyaba desde niño, pero eso no borraba que se fuera dolido de dejar Rayados, ya que se había hecho a la idea de hacer una gran carrera en la Sultana del Norte.

"Me dolió muchísimo porque ese no es un motivo, un motivo es que no rindas bien, era una ciudad donde yo era feliz, pensé que podía hacer mi carrera ahí y no lo pude hacer por un capricho… Tuve un crecimiento futbolístico, un antes y después, jugué más con el balón, un jugador más hecho, termino de subcampeón de goleo, no termino de campeón porque Pablo Luna me fractura y duro un mes fuera, me consolido como jugador, doy ese brinco para poder llegar a La Máquina".

¿Por qué la directiva le jugó 'chueco'?

Fue un goleador, la estrella de Rayados en esa temporada, pero la directiva de aquel entonces tuvo como motivos el hecho de que Hermosillo tuviera ciertas amistades que ellos no aprobaban; así también, no vieron con 'buenos ojos' que Carlos apoyara a sus compañeros para pedir el pago de primas. Por si fuera poco, esos problemas llevaron a que el timonel Pedro García tuviera fricciones con el plantel al grado de retarlos a golpes.

"Hicimos una temporada extraordinaria, al último a todo mundo le metíamos de a cuatro, terminamos en primer lugar general, pero en un tema de no arreglar unas primas, de un tema con Arredondo; genera un choque entre técnico y jugadores, nosotros disque dejamos de entrenar un día, cosa que no hicimos; Pedro García (el DT) se molesta y al final vamos a jugar a Puebla, se genera un ambiente que no era nada grato para un partido de Liguilla, en vez de una plática de futbol tuvimos una plática retadora a golpes que no entendíamos nadie, salimos muy acelerados, a mí me expulsaron y Puebla nos elimina, siendo favoritos, goleadores, un Monterrey que le fuimos a ganar a los grandes al Estadio Azteca".

"La gente no quería que me fuera de Monterrey, la gente me paraba en todos lados, sé que ponían dinero, pero el desgaste por ser líder y querer arreglar las cosas de un equipo, piensan que eres grillo, luego en esa época Lankenau quería escogerte las amistades y las amistades tú las escoges, él estaba muy molesto porque me juntaba con el Charro Barragán (descubridor de Jesús Arellano) y eso nos costó la salida junto con lo que pasó en Cuartos de Final, no ejercieron la opción de pase, eso me dio la oportunidad de llegar a Cruz Azul", explicó.

No iba a ser de Rayados, Tigres ya lo negociaba

Carlos Hermosillo llegó a Rayados en 1990, pero su destino inicialmente era Tigres, ya que Carlos Reinoso era el DT y lo quería en su plantilla; sin embargo, la directiva felina tardó muchos días en cerrar la negociación y el Monterrey los madrugó.

"Llegué a los Rayados de Monterrey de una manera muy peculiar, porque yo venía de Bélgica y luego América que jugué seis meses, de ahí apareció Tigres que en ese entonces el presidente o vicepresidente era Roberto Chapa y el técnico era Carlos Reinoso, ellos durante varias semanas estuvieron negociando conmigo, no cerraban, no cerraban y apareció Monterrey", recordó.

En Cruz Azul fue ídolo

Con La Máquina, Carlos Hermosillo tuvo sus mejores temporadas, tanto en equipo como de forma individual. Jugando con los celestes, “El Grandote de Cerro Azul” compartió equipo con grandes jugadores, como Julio Zamora, Pintado, Juan Reynoso, Francisco Palencia, Benjamín Galindo, Héctor Adomaitis, Norberto Scoponi, Óscar Pérez y demás.

Fue máximo goleador del equipo, jugó dos finales, consiguiendo el título en el Invierno 97 gracias a un penal suyo en una jugada polémica donde Ángel Comizzo le golpeó la cara y marcaría el penalti con el rostro ensangrentado. Y gracias también a su estancia en Cruz Azul, Hermosillo jugó el Mundial de Estados Unidos 94.

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