¿Maldición atlista? Esta fue la segunda vez que a Chivas no se le hace el Pocho

En 2015, todavía sin debutar en Liga MX, el Pocho salió con rumbo al Pachuca entre rumores de que sus tatuajes no agradaron a la cúpula del club.

Por lo mientras el jugador ha quedado inhabilitado. (Imago 7)

Después que Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, confirmara el resultado analítico adverso de Víctor Guzmán y por ello la inhabilitación del jugador, Chivas dio a conocer que prescindirá de sus servicios, por lo que el mediocampista deberá regresar al Pachuca, club al que el Rebaño se lo adquirió apenas en diciembre.

Sin embargo, para el Pocho y Chivas este es su segundo gran revés en su intención de caminar juntos en Primera División, después de que el jugador, de afición atlista al menos en la infancia, saliera en 2015 con rumbo a la capital hidalguense. De ahí que jugar con el equipo en el que se formó es algo que se le vuelve a negar.

Según la cadena ESPN, el Pocho, que en 2015 formaba parte de la Sub-20, salió del Rebaño Sagrado por un arranque de José Luis Higuera, a quien señaló de no haber estado de acuerdo porque se presentó con un tatuaje en sus brazos.

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Dicha versión se le preguntó al Pocho en enero de 2018, aunque entonces aseguró que lo único que supo al respecto fue gracias a una información periodística, ya que nunca le dijeron nada al respecto. La única explicación oficial que recibió es que en Pachuca tendría la actividad que se le negó en Chivas.

"Nunca me dijeron nada, únicamente me empecé a tatuar y un buen día aparecí en los entrenamientos con dibujos en el brazo. Tiempo después salió una nota en la que, según, no me había querido Chivas en Primera porque parecía un cholo de Tonalá, entonces me di cuenta", dijo a Excélsior en enero de 2018.

¿Fue cierto el rumor?

“No sé. La verdad, yo no puedo decir si fue cierto o no, solo que leí una columna en la que según había dicho el director técnico de esa época algo de mis tatuajes, pero no supe más”.

Esta vez, el Pocho vuelve a dejar Guadalajara en una situación más compleja que podría derivar en una sanción de entre dos y cuatro años, a menos que la prueba B resulte negativa o él justifique atenuantes creíbles.

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De cualquier modo, hoy Chivas nuevamente es una situación pendiente para Guzmán, quien desde el 2012 comenzó a jugar para el Rebaño en la categoría Sub-17, pese a que de niño era fanático del archirrival del Rebaño.

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  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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