'De verdad lloró': Por celos, Cuauhtémoc Blanco sufrió agresiones en el vestidor del América
Germán Villa e Isaac Terrazas recordaron cómo hicieron sufrir en el vestidor al 'jorobadito' , quien acabaría convirtiéndose en un ídolo azulcrema.

Gracias a su calidad inconmensurable, Cuauhtémoc Blanco se convirtió en uno de los ídolos más grandes de la historia del Club América, aunque no siempre la ligazón a esa institución fue dulce, sino que hubo algunos lapsos en los que en verdad sufrió, principalmente en los primeros años que estuvo dentro de ella.
Escuchar al Cuauh llorar de coraje fue una constante que se dio, siempre por culpa de las envidias que surgieron principalmente porque no hizo un proceso completo por las fuerzas básicas; quienes sí arrastraron todo ese trabajo se molestaron con su arribo y buscaron una forma de desquitarse con malos tratos.
¿Por qué Cuauhtémoc Blanco la pasó mal a su llegada al América?
En una reciente entrevista con el Escorpión Dorado, los exfutbolistas Germán Villa e Isaac Terrazas recordaron el acoso que sufrió Blanco, aunque entre risas, pues con el paso de los años ambos se convirtieron en dos de sus mejores amigos.
"No sabes lo que le hacíamos, porque llegó directamente a la reserva profesional, o sea, no pasó por fuerzas básicas; obviamente (influyó) el celo, aparte lo veías jorobadito, flaquito, ese pinche malhehocho", comentó Villa antes de ser interrumpido por Terrazas, quien rememoró que "no esperaban nada" de él", detalló Villa.
Añadió que dentro del vestidor de las Águilas había "puro pandillero", con gente que llegaba desde colonias como El Molinito, Portales, Iztapalapa o Santa Isabel Todo; esa convergencia fue la que acabó por afectar al Cuauhtémoc, quien día con día tenía que lidiar con ese problema.
"Diario le rompíamos el pantalón, porque habían ganchos de carnicero y ahí colgabas tu opa con un jalón los rompía. De verdad lloró y fue a hablar con un directivo para que lo cambiaran de vestidor", añadió el mediocampista.
¿Cómo acabó Cuauhémoc Blanco con el acoso?
El nacido en la colonia Tlatilco, en la Ciudad de México, fue capaz de revertir la situación gracias a sus grandes actuaciones, las cuales le hicieron ganarse el respeto en el vestidor.
"Tenía su arranque, su bicicleta fea la aventaba, se jorobaba, rompía el aire y ya no lo parabas. ¿Sabes cuándo se ganó el respeto? Era solidado en el esfuerzo, defensivamente te hacía un paro. Hay que reconocer que con todo y su cuerpecito era muy resistente", complementó.
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