El secuestro de Romano en 2005 y una promesa para dejar el cigarro que lo salvó

El entrenador había prometido dejar de fumar si ganaba la Final del Bicentenario 2010 contra Toluca, pero cayeron y todo quedó en intento.

Rubén Omar Romano perdió su tercera Final como entrenador en el Bicentenario 2010 tras una serie dramática en penales en la que Santos tuvo la ventaja, con lo que se frustró una promesa para dejar de fumar, un hábito que valora bien porque considera que fue el que le salvó la vida durante su secuestro hace 15 años.

El argentino fue privado de su libertad un 19 de julio de 2005 en La Noria tras salir del entrenamiento de Cruz Azul. Estuvo 65 días cautivo y el hábito de fumar fue lo que de alguna manera provocó que la Policía diera con él, ya que uno de sus cuidadores solía salir a comprarle cigarros con mucha frecuencia, de acuerdo con lo que contó uno de sus expupilos, Iván “Guty” Estrada, a Mediotiempo.

“Me acuerdo de un detalle de Rubén. En su momento dijo: ‘cómo voy a dejar el cigarro si el cigarro me salvó la vida’, porque él estuvo secuestrado y una de las cosas por las que lo pudieron rescatar fue por el cigarro, porque la que lo tenía cuidando en ese entonces iba a comprar cigarros a cada rato y dio a entender al de la tiendita que ya lo tenía harto y fue por eso que dieron con él”, relató el Guty.

El entrenador argentino contó esa historia en el plantel de Santos porque les prometió que dejaría de fumar si lograba el campeonato ante el Toluca en el Bicentenario 2010.

“Le decíamos, porque tenía algo en particular, que fumaba mucho, que si quedamos campeones él dejaba el cigarro y nos prometió que sí, cosa que era casi imposible, pero no, no se nos dio”, agregó.

“Lo pedimos porque lo veíamos fumando mucho y queríamos que mejorara su salud. No sé por qué no se le ha dado el título, pero ojalá le vuelvan a dar la oportunidad y se le dé, es el mayor deseo de cada miembro de ese equipo que no pudimos dárselo y que nos quedó eso pendiente con él”.

Romano fue rescatado el 21 de septiembre de aquel 2005 en Iztapalapa. Su secuestrador, José Luis Sánchez Canchola, fue sentenciado a 31 años de prisión luego de organizarlo desde el penal de Santa Martha Acatitla.

‘NO SE NOS DIO, PARECÍA EL DESTINO’

Sobre aquel subcampeonato, el Guty reconoció que fue un golpe difícil de superar, sobre todo porque tuvieron opciones para liquidar el partido antes de los penales.

“En la tanda todavía teníamos la ventaja porque Oswaldo hizo un par de atajadas muy buenas pero no se nos dio, parecía el destino; de los jugadores que recuerdo que no fallaban penales eran Matías Vuoso y Carlos Morales y terminaron fallando”, lamentó.

Estrada dijo el subcampeonato le ayudó a crecer de forma personal, aunque luego Santos perdió dos finales más, en el inmediato Apertura 2010 ante Rayados y luego en el Apertura 2011 contra Tigres. Fue hasta el Clausura 2012 que volvieron a levantar la copa en su revancha frente a la Pandilla.

“A mí me tocó disputar 10 finales, perdí 5 y gané 5. Al final uno las sufre pero te va marcando, que crezcas en carácter y esa Final nos marcó”.


  • Jorge Rosales
  • jorge.rosales@mediotiempo.com
  • Reportero. En MT desde 2016. Egresado de Lic. en la UANL y Máster en Dirección de Comunicación y Periodismo Deportivo en SMS Barcelona
NOTAS MÁS VISTAS