No quería la disciplina del Tuca Ferretti, se 'encabr...' y fue a la banca, pero acabó como ídolo de Tigres

Dos décadas después de romperla en Tigres y hacerse de un sitio entre los consentidos de la afición universitaria, el argentino Walter Gaitán rememoró las complicaciones que encontró a su arribo al club, muchas de las cuales estuvieron ligadas a la disciplina de Ricardo "Tuca" Ferretti, entrenador al que se atrevió a ponerle un alto, algo que contadas personas pueden presumir. 

¿Por qué Tuca Ferretti y Walter Gaitán tenían una difícil relación?

El apodado Chueco Gaitán nunca fue un jugador que corriera mucho, que estuviera dispuesto al sacrificio y eso para Ferretti es uno de los peores males que podría tener un futbolista. Sin embargo, con el atacante argentino acabó por ceder y darle su lugar, pero no sin antes pasar por fricciones que bien pudieron derivar en un rompimiento.

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En una reciente entrevista que tuvo Gaitán con Jesús Barrón, el exfutbolista rememoró esos momentos de tensión con el estratega, los cuales se debieron en gran parte a un choque de egos, ya que estaba firme en que no cambiaría su manera de trabajar, lo que en su momento llevó a que fuera a dar a la banca, algo que no estaba dispuesto a soportar y sólo le ocurrió cuando coincidió con Juan Román Riquelme.

"Me quería poner físicamente bien primero. ¿Correr 300 kilómetros durante dos meses...? Ahí es donde me empiezo a encabronar. ¿Tengo que hacer lo que me dice que kilómetros? (Le dijo) 'me estoy cansando y yo quiero jugar. Tú me quieres y yo te quiero. Ya me viste entrenar, sabes que soy diferente a todos'. Venía como lo que es".

Añadió que "venía con sus moños", por lo que no estaba dispuesto a adaptarse a la forma de trabajar de Ferretti, aunque acabó por ceder, en parte, lo que le dio para llegar en buena forma física al torneo Apertura 2002, su primero en México, pero todavía sin la confianza del Tuca Ferretti, que en los primeros partidos lo colocó entre los suplentes, hasta que se cruzó el Clásico Regio de la Jornada 14, en el cual entró de cambio para aportar al 1-1 con una gran presentación. 

"Entré enojado porque no podía ir a la banca, salvo que alguien sea mejor que tú. Me sentó Riquelme y nada más, ¿quién me va a sentar? No era bueno por puntos de lo que él quería y yo quería. Él me quería poner bien físicamente y yo quería jugar. Yo no peleaba con él, no había discusión, si me gritas te voy a gritar más fuerte", detalló. 

Con esa presentación, Gaitán convenció a Ferretti de que debía estar en el 11 inicial y ya no lo soltó, demostrando que tenía una capacidad de sobra no sólo para comandar a Tigres, sino para sobresalir en una Liga MX que pensó que le quedaba corta, pero de la que ya no se fue hasta 2010. 

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