Premier League

Con doblete de golazos de Morgan Rogers, Manchester United naufraga y cae ante el Aston Villa

El conjunto de Ruben Amorim sigue sin hallarse; tienen dos triunfos en sus últimos ocho juegos en Premier.

Morgan Rogers hizo doblete ante el Manchester United (Reuters)
Morgan Rogers hizo doblete ante el Manchester United (Reuters)
Birmingham, Inglaterra

Morgan Rogers, con dos golazos, trazó el camino para que el Aston Villa se impusiera al Manchester United este domingo en la Premier League; el dorsal 27 del equipo de Unai Emery se sacó dos disparos increíbles de la chistera que fueron suficientes para que los suyos se llevaran los tres puntos.

Rogers, sin duda, una de las grandes sensaciones de la temporada en Inglaterra, vive en un gran momento de forma y sus apariciones son decisivas para el Aston Villa. Acumula siete tantos este curso en Liga y este domingo sumó dos, incluyendo uno espectacular, que permitieron derrotar a un buen Manchester United.

Las victorias del Arsenal y del Manchester City obligaban a los hombres de Unai Emery a ganar si querían mantenerse en la pelea por el título. Después de nueve victorias consecutivas (siete en la Premier League y dos en la Liga Europa), el Manchester United no quería convertirse en la nueva víctima de un equipo intratable y recuperado de un inicio de curso complicado.

Esas estadísticas no arrugaron a 'Los Diablos Rojos', también necesitados de puntos para no descolgarse de la pelea continental. El equipo de Rúben Amorim firmó una gran primera parte que controló casi de principio a fin, con una posesión del 60 %, la mayoría en campo contrario, y de la que no sacó un mayor rédito porque enfrente estaba el 'Dibu' Martínez.

El portero argentino frenó casi todas las ocasiones claras de las que dispuso el Manchester United en el acto inicial: un mano a mano ante Benjamin Sesko y un disparo lejano de Matheus Cunha. Además, se salvó por centímetros de encajar el primer tanto muy pronto, a los tres minutos, cuando el mismo Cunha rozó el gol con un lanzamiento desde la medialuna.

Morgan Rogers hizo dos golazos (Reuters)

El Aston Villa, encogido entre tanto dominio, se encerró en su parcela del campo y se dedicó a contragolpear. Y no lo hizo mal, porque antes de dar en la diana pudo marcar por medio de John McGinn, frenado con una mano providencial de Senne Lammens.

Y pese a vivir en su escondrijo y oprimido por el ritmo que Bruno Fernandes y Cunha imprimían cuando querían y cómo querían, el equipo de Emery golpeó primero con un golazo de Morgan Rogers, sin duda el hombre más en forma del Aston Villa y de toda la Premier League.

Rogers se fabricó él solo un tanto que pocos esperaban. Primero, controló de forma acrobática un pase larguísimo de McGinn; después, se zafó de Lenny Yoro corriendo hacia el interior del área; y, finalmente, desde el vértice, se sacó de la chistera un derechazo espectacular que terminó en la escuadra izquierda de la portería defendida por Lammens.

Era el minuto 43 y su aparición parecía destinada a conducir a sus compañeros victoriosos hacia el vestuario. Era injusto, porque el United había sido mejor. Pero Matty Cash se encargó de nivelar la balanza con un error del que se aprovechó Cunha. El lateral del Villa perdió la pelota ante Patrick Dorgu, el brasileño la recibió dentro del área y empató en el tiempo añadido.

Boubacar Kamara y Matehu Cunha (Reuters)

El contador volvió a ponerse a cero. La segunda parte, sin Bruno Fernandes por lesión, iba a decidir un choque eléctrico y Rogers decidió que iba a ser su día cuando volvió a aparecer al cuarto de hora de la reanudación para adelantar a su equipo con otro golpeo ganador desde dentro del área.

Rogers se había convertido en la clave del choque, en el faro que iluminaba al Aston Villa. Pero aún quedía un mundo por delante para el final. En concreto, más de media hora en la que el Manchester United tenía muchas cosas que decir. Argumentos no le sobraban y acarició el empate con un cabezazo a bocajarro de Cunha que botó delante del 'Dibu' Martínez y que se marchó fuera por los pelos.

Fue la ocasión más clara. El remate que podría haber frenado al Aston Villa, que aguantó hasta el final las acometidas del equipo de Amorim. La décima victoria seguida se hizo realidad y Rogers se erigió como el salvador de un equipo que sigue en la pelea por el título. Eso sí, cerrará el año con dos visitas que decidirán cuál es su realidad: el Chelsea y el Arsenal serán el gran termómetro de un grupo que, de momento, es candidato.


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Agencia EFE

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