'Yo sigo respetando su jerarquía'; Oswaldo Sánchez reveló que Memo Ochoa no le habla
Desde que Oswaldo, a modo de broma, amagó que iba a saltarse al campo cuando Ochoa cometió un error con el Tri, su relación no es buena.
Guillermo Ochoa y Oswaldo Sánchez, dos de los mejores porteros en la historia del futbol mexicano, se encuentran distanciados y no se hablan desde 2010 cuando Oswaldo fingió que se iba a meter al campo de juego en un partido entre la Selección Mexicana y Corea del Norte a sustituir a Memo.
Aquella vez, Ochoa se equivocó en el disparo de un rival y la cámara enfocó el momento cuando Oswaldo, ubicado en un palco, amagó que iba a brincar al césped del TSM a ponerse de portero.
“Yo no sabía que la cámara me estaba tomando y yo estaba con el Chato Rodríguez, con el Gordo Becerra, el Pelón Carlos Ochoa que me llevaba bien con ellos en Santos. El palco de al lado era de Matías Vuoso, estaba el Cloroformo Padilla y Salvador Mariscal, gente de futbol y de box. Estábamos con la fiesta total en Torreón porque nunca había ido la Selección a jugar y me dicen: ¿A poco no te dan ganas de meterte? ¿Se equivoca o no?”, contó Oswaldo para TUDN en Youtube.
“Le digo, ‘le tiran de afuera yo creo que se le movió’. Estoy debatiendo con él, nos separaba una parte de cristal, y me dice, ‘¿a poco no te dan ganas de meterte?’ y digo sí y se me ocurre hacer así con el saco, pero yo ‘mamando’ (perdón por la expresión) y ahí me toma la cámara y dicen ‘Oswaldo se burla de Memo’”.
Oswaldo no quiso burlarse
El ahora comentarista de televisión afirma que eran buenos amigos y quiso aclarar que nunca fue su intención hacer algo que pudiera parecer una burla.
“Memo, no tengo la necesidad de burlarme de ti ni lo haría nunca porque fuimos compañeros de profesión y de alguna forma rompió la relación con Memo y yo porque tal vez él haya creído que yo me burlé y no me puedo burlar de un compañero ni en ese momento ni ahora ni nunca. Quería aclararlo porque mucha gente me ha preguntado”, comentó.
“Éramos buenos amigos, nos llevábamos bien, éramos compañeros de trabajo y respeto su parte. Si él creyó otra cosa pues es respetable. Me encanta que le vaya bien. Lo busqué indirectamente con un amigo en común y parece que no la creyó, entonces la verdad no tengo bronca, yo lo sigo respetando por su jerarquía”.