La inolvidable chilena de la Momia Gómez y el increíble pase a la Final
Julio Gómez fue una de las figuras de ese Tri por lo que hizo en la Semifinal ante Alemania
Cómo olvidar a Julio "La Momia" Gómez. Simplemente no hay forma de dejar en el olvido la hazaña que hizo en aquel 2011 un chico de 17 años que bañado en sangre, con una tremenda herida que le atravesaba la cabeza, volvió al terreno de juego y metió una chilena increíble para que México avanzara a la Gran Final del Mundial Sub 17, por encima ni más ni menos que de Alemania.
Lo dramático y emotivo que fue aquel gol son los elementos extra para hacerlo aún más importante. México iba perdiendo 2-1 y en la jugada que terminó con el empate 2-2 tras el gol olímpico de Jorge Espericueta, Gómez tuvo un tremendo choque con la cabeza con un jugador alemán, pero el mexicano se llevó la peor parte.
ASÍ LO VIVIÓ EL POTRO GUTIÉRREZ
Raúl Gutiérrez, técnico de esa Selección Mexicana campeona del mundo, relató en entrevista con Mediotiempo cómo se vivió desde la banca nacional ese momento que pasó de la euforia por el empate, a la preocupación por el tremendo golpe que había sufrido Julio Gómez, y también el impacto que tuvo en la Semifinal que ya estaba inclinada a favor del Tri.
"Ya que estaba decretado el gol (de Espericueta), cuando pasa ese momento de euforia y Pollo (Briseño) empieza a pedir ayuda para Julio, todos nos centramos en eso. Al final, teníamos la idea de que pudiera regresar pero no sabíamos; ya no había cambios también. La situación cambió de esa emoción a buscar soluciones. Cuando Julio sale de la cancha, el partido estaba cargado hacia nuestro favor anímicamente y lo que pensamos era tratar de acomodar al equipo para que siguiera atacando".
La imagen fue dantesca, sangrieta y terrible. El golpazo fue durísimo y Julio parecía que no iba a poder continuar, las asistencias entraron al terreno de juego y después de varios minutos, salió del campo con muy pocas posibilidades de volver a la cancha.
Pero el pundonor pudo más que el golpe, la inflamación y el dolor. Julio quiso y pudo regresar a la cancha, con una tremenda venda en la cabeza, lo cual dio pie a que se le bautizara como la "Momia". El Potro Gutiérrez recordó el momento exacto en que vio venir a Julio Gómez tras ser atendido.
"En ese proceso fue cuando de repente volteo, hay mucho escándalo del túnel que nos quedaba muy cerca y es Julio que viene con la cabeza vendada, cuando llega ahí le pregunto el marcador y que quién metió el gol. Cuando me dijo que Espericueta metió el gol, pues dije 'bueno, está medianamente bien fuera de lo que fue el golpe'. Le dije: 'cambiate el short porque tienes sangre'.
EL REMATE PARA LA ETERNIDAD
El Tri ya estaba encima, buscaba a toda cosa que el partido no se alargara, y vino un nuevo tiro de esquina. Espericueta cobró, la pelota viajó toda el área y Gómez se la encontró solo pero un poco retrasada. Con un recurso espectacular sacó una chilena genial, impactó el balón y dejó sin ninguna chance a los germanos que vieron caer el 3-2 en el Estadio de Santos en Torreón, para así firmar una tarde inolvidable en la historia de la Selección Mexicana y en la entonces temprana carrera de Julio Gómez.
"Y después, un gol como el que mete Julio por la forma, todo mundo nos quedamos con esa imagen y nos quedamos con la emoción que nos generó. Como entrenador puedo decir que esa jugada en tiro de esquina la habíamos practicado cualquier cantidad de veces, la única diferencia fue que los otros goles que metimos no fueron tan espectaculares, siempre había alguien para meterla a primer poste, a segundo poste y ese momento de táctica fija para nosotros fue de doble satisfacción, porque fue algo que siempre trabajábamos y que se haya dado de esa manera, queda ahí para el recuerdo y para la historia", remembró el técnico del Tri Sub17.
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