La Seductora se hizo luchadora a escondidas de sus padres: 'Pagué mi preparación'
La ruda, quien decidió poner punto final a su carrera por motivos de salud, comparte en Sin Máscaras que la primera vez que fue a la Arena Coliseo decidió ser gladiadora.
Después de aquella primera vez, cuando su padre, con muchos esfuerzos, pues había carencias en casa, la llevó a palpar lo que era lucha libre, su pequeña se decidió a entrenar y ser luchadora.
La Seductora, una de las estetas más representativas del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), quien tristemente, por motivos de salud, decidió cortar una carrera de 30 años, cuenta en entrevista Sin Máscaras acerca de sus inicios en el segmento, y cómo es que se fue abriendo paso en un deporte tan recio para una mujer.
“Me llamó la atención porque mi padre me llevó a la Arena Coliseo, y ahí fue en donde descubrí que había luchadoras mujeres, las Irmas precisamente, y ahí fue donde me llamó mucho la atención y dije que quería ser luchadora”.
Sin más, y ya con 16 años a cuestas, una chica siempre echada para adelante, decidió empezar con su preparación, y haciéndose cargo de sus gastos, porque además ya ganaba su propia plata.
“No les dije nada a mis padres, de hecho me fui a entrenar a escondidas de ellos, llegué a luchar como dos veces sin que ellos supieran; cuando se enteraron, me pusieron en la silla de los castigados; ‘pero cómo, cómo es posible, es para hombres’, me regañaron, pero pues yo ya estaba en la lucha libre.
“Fue como a los 16 que salí a buscar eso, ya estaba trabajando, ya no estaba estudiando, trabajaba en una tienda de abarrotes, y mi patrona al enterarse de lo que estaba haciendo, veía que andaba muy mal, y ella se ponía a acomodar, a barrer, yo me pagaba todo”.
La impactó El Dandy
Una de las figuras más icónicas del pancracio, Roberto Frías, con esa personalidad que enamoraba a más de una, fue quien animó a Irene a intentarlo en los costalazos, y hoy, tres décadas después, desempolva sobre sus inicios en un nicho que es cultura en México.
“Cuando fui por primera vez a una función estuvieron las Irmas, vi que había mujeres luchadoras, y yo quise ser mujer luchadora, pero también vi al Dandy, me dejó impactada, se veía muy bien, muy elegante, con sus guantes, con su bastón, con su sombrero.
“Mi primer entrenamiento fue en el Gimnasio Gloria, ahora ya no está, creo que lo modificaron, pero ese gimnasio en ese tiempo era muy famoso, mi primer entrenador fue Chico Hernández, y después me fui con Panchito Villalobos, ahí mismo, pero el primer entrenamiento fue duro, porque el profesor era muy estricto y muy celoso con la disciplina, me enseñó a respetar ese deporte, y el primer día fueron sólo maromitas para atrás y para adelante, fue un buen rato, pero antes hicimos calentamiento, y con eso tuve para quedar adolorida toda la semana, no podía ni sentarme, me dolió la uña, el cabello, y al otro día volví a presentarme”.
Incluso, y sin que sea queja, lanza que su preparación, al ser junto a hombres, fue bastante dura, porque además siempre los mentores exigían que no hubiera distinción de géneros, entonces el trabajo era parejo.
“Sí hubo eso de que te tratan como si fueras hombre, y de hecho mi profe pedía que nos trataran igual, que nos dieran igual; recuerdo de un luchador fuerte como me hizo una desnucadora, y recuerdo como me brincaban todos los órganos”.
Siempre fue Seductora
La gladiadora, quien fue parte del boom de Las Amazonas, desde su remojo portó el personaje que ahora decidió guardar, y luego dio el salto al CMLL, el circuito al que todos quieren llegar.
“Debuté como Seductora, fue un mano a mano, y no recuerdo si gané. Estaba muy nerviosa, porque yo no sabía si iba a luchar, faltó una chica y me pusieron en mano a mano, incluso mi maestro se enojó, aunque tenía sólo un año de aprendizaje. Y ya estaba viendo qué nombre, y el profesor me dijo que Seductora le gustaba, era una caricatura y el personaje era de mala; cuando estaba de independiente fui técnica y ruda, aunque más técnica, y ya aquí en la empresa me decidí a ser mejor ruda.
“Estaba trabajando con Amapola y con Marcela, y ellas venían hablando para entrar a la Arena México, pero tuve a mi bebé, y después ya con ellas adentro, pude ingresar, me dieron trabajo, debuté en La Catedral en una eliminatoria por el título de Lady Apache, pero me emocionó más cuando debuté en la Coliseo, porque ahí fue donde conocí la lucha libre, fue muy emocionante para mí”.
Finalmente, y descartando que hubiera sufrido machismo con los compañeros, revela que más bien algunas veces la padeció en ciertas plazas, con el actuar de algunos aficionados.
“Cuando subía a luchar como independiente, a veces del vestidor al ring pasó que algunas personas me tocaran, y esa parte sí era complicada”.
¿Qué es Sin Máscaras?
Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.