Zandokan Jr. cumplió su sueño de ser luchador: ‘Frente al espejo me imaginaba en la México’

Esteta por herencia familiar, el tapatío comparte en entrevista con Sin Máscaras que, el dejar a la familia por convertirse en estrella sabe que valdrá la pena.

Zandokan Jr. siempre se miraba al espejo como un gran luchador | Tonatiuh Guerra

Sudar la gota gorda, experimentar fiebre en su primera vez en esa clase inicial que para todos es complicada, antes de modificar el guion de una historia que siempre merodeó, más bien reforzó el querer ser.

Zandokan Jr., el esteta tapatío que ahora mismo se abre camino en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), decidió alargar a la estirpe, pero además se dice un enamorado de toda esta parafernalia.

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Como parte de una generación de abolengo luchístico, el de Guadalajara, Jalisco, recuerda en entrevista con Sin Máscaras sobre sus inicios en el llamado deporte de los costalazos, y de paso comparte un capítulo que le marcó para siempre, porque además fue el que le pudo destrabar cualquier duda respecto a sus sueños.

“Es por herencia familiar, mi abuelo es luchador allá en la Perla Tapatía, en Guadalajara, mi padre fue luchador, y tengo otros cuatro tíos que fueron luchadores, entonces fue por gusto, por herencia familiar, es de ahí de donde nace el gusto, ellos tienen una Arena. Fue un proceso muy difícil, porque en la familia no querían, mi padre sí, porque él tenía la ilusión de ver a su hijo arriba de un cuadrilátero, pero a mi abuelo no le gustaba, por todo lo que implica este bello deporte, es muy difícil, tanto en cuestión de lesiones, como de fama, entonces no quería mi abuelo, pero al final fuimos cerrándole el ojo poco a poquito.
Siempre lo soñé, recuerdo que mi abuelo me decía, ‘ponte frente a un espejo, imagínate que ya estás luchando, y reta al del espejo, hazle caras’; recuerdo que lo hacía, imaginaba que estaba en la Arena México, ya como Zandokan, ahora vivirlo es una gran realidad, un gran compromiso”.

De Caín a Zandokan Jr.

El nombre, el personaje importante, y aunque en el entorno siempre podría hablarse de una práctica que podría resultar hasta en automática, el jalisciense asegura que para él fue más bien un duro camino de enamorar las pupilas de los suyos.

Y es que después de luchar como Caín, y luego de que su viejo le vio que tenía ya los tamaños y el talento para representar de forma más genuina a la dinastía, recibió la alternativa como Zandokan Jr.

“Este nombre es herencia familiar, comencé con el de Caín, estuve luchando dos o tres años, cuando mi padre me da el visto bueno, y dice que ya estoy listo, que estoy preparado para entrar al Consejo, él me lleva con el señor Daniel Cruz a Guadalajara, en la Arena Coliseo de Occidente, y es el que me da la pauta para entrar, y ya lo hago con este personaje, lo cual es una gran responsabilidad para mí.
“Fue muy emotivo, lo hicimos en un aniversario, mi padre sube al cuadrilátero y me dice que ya estoy listo para dar el siguiente paso, para escalar, y él mismo es el que me da la máscara que él portaba, y me dice que ahora mi nombre es Zandokan Jr., me despojo de la otra máscara y me pongo la de Zandokan, y de ahí es que empieza todo”.

Auténtico rudazo

A pesar de que a la tapa le pudo hacer algunas modificaciones, con esa intención de ser una nueva era, asegura que algunos comentarios cuando lo ven luchando apuntan a esa similitud que tiene con su tío, que incluso la esposa de éste, ha preferido no verlo en vivo, porque sabe que verá al Zandokan de siempre, situación que seguramente le provocaría dolor y tristeza, por su esposo ya fallecido.

“No lo digo yo, pero me lo han dicho, uno de ellos, quien fue su pareja en el ring, el señor José Luis Mendieta Rambo, él un día se metió al vestidor y me comentó: ‘te veo luchar y a veces siento que estoy viendo a mi pareja, era muy alto como tú, similar, aunque el cabello más largo, pero en los ademanes, en los movimientos que haces, en las expresiones que tienes, a veces estoy viendo a mi pareja’; de hecho, a mi tía, la esposa de Zandokan, la he invitado varias veces a que venga a la lucha, pero ella dice que no, porque siente que verá arriba a su esposo, aunque no trato de imitar a nadie”.

‘Nos adaptamos a la distancia’

Después de destacar en la Coliseo local, el paso ascendente en la profesión es probarse en La Catedral, pero también es dejar la casa, aventurarse en un sitio ajeno, todo con tal de, como dirían muchos, estar en las Grandes Ligas del pancracio, y eso es lo que hoy valida este gladiador.

Lo más complicado ha sido dejar a mi familia, ahora que me vine a radicar a la Ciudad de México, pues estoy solo, acompañado de Difunto, quien vive en el otro cuarto; dejé a mis hijas, a mi esposa, a mis padres, mi antiguo trabajo, todo, ha sido dar un gran un paso, dejarlo todo por ir a perseguir un sueño, y pienso que estamos haciendo las cosas bien, creo que es el principio de algo bueno.
“El acostumbrarte a tu familia, a dormir con ellos, llevar a la escuela a mis hijas, es algo muy complicado, es un sacrificio, al final siempre tiene que haber algo que te cueste, y es algo que estoy pagando, el dejar a mi familia, pero me está apoyando; mi esposa la hace de madre y padre, pero estamos en un proceso de adaptación”.

¿Qué le diría al pequeño Zandokan?

En un ejercicio muy de Sin Máscaras, y que apunta a la regresión, a la pregunta al chavito que comenzó a ilusionarse con ser luchador, y después al joven que entonces decidió probar suerte, Zandokan Jr lanza:

“Le diría al niño que todo vale la pena, todo lo que pasas, todo lo que vives, todo lo que sufres, vale la pena, te forja un carácter que te ayuda a llegar a donde ahora estás, y que los sueños se cumplen, si nunca quitas el dedo del renglón; al que dejó a la familia, le digo que sea fuerte, que saque esa garra, esa casta de luchador que lo ha caracterizado arriba del cuadrilátero como rudo, como gran rudo, que siga batallando por ese sueño y que no se doblegue, porque es el sueño de toda mi familia, tengo que dejarlos en alto, regresar con un gran triunfo, como una gran estrella, y decir que valió la pena”.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.



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