Guerrero Prehispánico, el luchador arqueólogo que se la rifa en el juego de pelota

El esteta capitalino, quien ahora mismo forma parte de Welcome To Mi Barrio, comparte en entrevista para Sin Máscaras sobre esta dualidad en su vida.

Guerrero Pehispánico visitó la redacción de Mediotiempo | César Cerón

La raza azteca, los mexas, del otro lado, los mexican power, dirían algunos, un segmento luchón por naturaleza, por sangre, con el paso del tiempo ha validado el concepto, pues quienes le saben a nuestra historia, han documentado que siempre fue así, un grupo acostumbrado a ir en contra de la corriente.

Tal vez por eso es que la lucha libre tiene un arraigo en México y se considera hasta cultura, porque todo apunta a que esos antepasados fueron la piedra angular, y hoy el deporte que los representa es igual de tipos que son guerreros y echados para adelante.

Y de entre toda esa variedad de personajes, está el tipo que rompe con lo cotidiano, pero que les hace honor a todos esos antepasados.

Su nombre es Guerrero Prehispánico, el luchador arqueólogo que además se la rifa en los juegos autóctonos, al tiempo que es experto en las danzas ancestrales.

Un personaje sui géneris, poco común, pero que, sin embargo, intenta ponerles esa pinta luchona auténtica a sus presentaciones en el ring, porque además ondea con orgullo todo lo que es nuestro, habla en entrevista con Sin Máscaras.

“Soy arqueólogo, soy egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, cuando estaba entrenando en Cuernavaca debuto y regreso a México, y quería ya algo más ad hoc a mi carrera, a mi licenciatura también, me dedico al juego de pelota, estoy muy metido en esto de la cultura y busqué un nombre, el original era Prehispánico, pero hay un chico que tiene uno muy parecido, y tiene más tiempo en la lucha que yo, entonces para evitar algún tipo de confrontación o algo así le agregué, y de hecho el nombre completo es Guerrero Prehispánico, a raíz de ahí viene y en ese inter también me dedico a la danza prehispánica, entonces todo este bagaje cultural me orilla a sacar algo diferente, pero todo me llevaba a las raíces prehispánicas”.

Una historia conocida

Hacer deporte, mantenerse en condición, tener una mejor figura, así comienzan sus entrenamientos, pero además, porque desde chamaco era un ferviente admirador de los enmascarados héroes de carne y hueso de casa.

“Esto comienza cuando yo me tengo que mover de la Ciudad de México, tuve que viajar a Cuernavaca por motivos laborales, y cuando yo era más joven practiqué diferentes deportes: futbol soccer, futbol americano, artes marciales, casi todo lo hice a nivel semiprofesional, pero cuando estaba allá, dije, 'ya no quiero hacer más de lo mismo, si me cambié de ciudad, si me cambié de todo, vamos a cambiar también algo que todo mundo no hace', y a mí desde niño siempre me apasionó la lucha libre, crecí y me alejé un poco de las funciones, y dije, 'bueno, vamos a regresar, que sea como como deporte', porque mi intención original era sólo hacer ejercicio, y bueno, tres años después, ya estaba debutando en Cuernavaca”.

¿Cómo combina la lucha con la arqueología?

La tradición del pancracio mexicano, aderezada con las leyendas de las distintas culturas que han comentado a esta gran nación, resultaron en una mezcla perfecta, porque van de la mano, y a partir de un esteta que le rinde culto a Tláloc.

“Cuando decidí estudiar arqueología, tus papás te dicen, ‘de eso te vas a morir de hambre, eso no te va a dar de comer’, entonces entendí que ya era suficiente, que ya tenía otra carrera, me sale arqueología y hago la licenciatura, afortunadamente ha ido dando y puedo complementar las dos con la lucha libre.


“Lo primero que no hacemos, no buscamos dinosaurios, el trabajo arqueológico, en sí, de lo que se trata es intentar entender las culturas antiguas mediante los restos de lo que nos han dejado, ya sean arquitectónicos, ya sean las lenguas, hablando de los diferentes idiomas, las diferentes tradiciones, empezar a relacionar para entender a esas culturas antiguas, y luego la gente te dice que para qué te sirve eso, si ya se fueron, pues una de las cosas que a mí me da de comer actualmente es el turismo y tú muestras la cultura al extranjero, y éste se enamora del país, viene y eso quieras que no es una derrama económica para México; también como arqueólogo esto nos sirve para generar publicaciones, para entender muchas veces las problemáticas sociales actuales que se vienen arrastrando desde siglos atrás”.

Somos luchones

Y el integrante del concepto Welcome To Mi Barrio, explica sobre ese concepto del luchón, que al final lo inspiró a ser parte de esta disciplina, una de las más completas, dicho por los mismos protagonistas, y además comparte sobre ese lado de que ha podido, con su profesión, impregnar a comunidades que ni siquiera sabían que en el país existe una actividad que se desarrolla en un cuadrilátero, con gladiadores regalando suertes por doquier.

“Me quiero enfocar mucho como el Guerrero Prehispánico a mostrar a la gente que aparte de que nuestra cultura no es está muerta, y cada vez tiene un auge mayor, el mexicano siempre ha sido luchón, no sólo luchador, luchón; luchamos todos los días para levantarnos temprano, vamos a lucharle por lo que queremos hacer, cómo lo usamos, pues ocupando nuestras raíces.
“Hacemos una actividad que se llama etnografía, que es estudiar a las culturas antiguas, y te das cuenta de todos los sacrificios, de todas las acciones que ellos tienen que hacer para poder sobrevivir, para poder sobresalir, te das cuenta que no es fácil plantar un maíz, que no es fácil pescar en un río, a mí me gustó esa parte del luchón”.

Ídolo del pueblo

Algunos pueblos pequeños, en donde Guerrero normalmente hace distintos estudios y trabajos relacionados con su profesión, conocieron al hombre detrás de la máscara, y entonces comenzaron a investigar sobre la bendita y mentada lucha libre, y a él lo han tomado como punta de lanza para hacerse hasta un poco afectos a esto de las llaves, lances, patadas voladoras y demás.

“El personaje nos abrió muchas puertas en Chiapas, la gente se entera por un compañero que yo hago lucha libre, y un señor me pide una máscara, y el hecho de que la máscara esté en el pueblo, porque es un pueblo pequeño que se llama San Lucas, hizo que la gente se empezara a interesar, no sólo en el Guerrero Prehispánico, sino que la gente empezara a pedir y los presidentes municipales, 'oye, tráenos unos luchadores, no nos traigas a las súper estrellas, pero queremos ver lucha', y de repente fue San Lucas, y de repente fue Chapilla, y esa manchita del interés por la lucha libre ha ido creciendo en estos pequeños poblados.
“Sabemos que en el sur es complicado, sí hay luchas, pero es un poquito más difícil, entonces para mí es un honor poder haber abierto esa brecha para que la gente se interesara más, en que no solo es futbol, basquetbol, sino la lucha libre, que es muy mexicana, hasta que vamos a lugares chiquitos nos damos cuenta que no existe”.

Experto con el bote

Mientras, comenta respecto a esa actividad de reavivar el juego de pelota antiguo, el que se practica con la cadera, y para el cual cada vez hay más equipos; incluso, en Estados Unidos se animaron a conformar una Liga.

“Estuve en el primer grupo de juego de pelota prehispánico en la Ciudad de México, después de más de 480 años; el juego que practicamos ahorita es el de cadera, se llama Ulama, hay juego de cadera y de antebrazo, pero el más famoso es el de cadera, porque es el que sale en las películas, es el que sale en los documentales, este juego se va a mantener después de la conquista, el indígena lo intenta esconder, se va al sur, se pierde, se va al norte, y se mantiene en el estado de Sinaloa, las familias lo van a estar jugando 300 años, hasta que en el Siglo XIX, después de la Independencia, se encuentra que están jugando algo extraño en Sinaloa, lo sacan a la luz, y se dan cuenta qué juego es y se intenta difundir”.

Finalmente, asevera sobre su tarea de difundir lucha libre y la cultura mexicana, como un complemento de una para con la otra.

“La idea del Guerrero Prehispánico es llevar la cultura a todos lados, que alguien que vea esos ojitos (de su máscara), diga, ‘los he visto’, y busque de dónde eran, pero también que un extranjero que llega a venir: ‘es que tu máscara se me hace conocida’; mi labor con mi empleo formal es que el trabajo que yo tengo tiene un alcance muy grande, y aprovechar que tengo un personaje”.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.

Sin Máscaras | Skadi



  • Rodrigo Mojica
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