‘Ser hijo del Santo fue muy padre’; el heredero de la leyenda de plata lo recuerda con cariño | VIDEO
El ícono de la lucha libre mexicana acepta que por momentos fue complicado esconder la incógnita de su viejo, pues era una estrella.
El Hijo del Santo se lanza en el cuadrilátero como el chaval que admiraba a su padre cuando éste era ídolo y estrella de películas heroicas, porque asegura que la disciplina de levantarse todos los días a entrenar, más bien se convirtió “en un hábito, se vuelve un hábito el hacer ejercicio, como se vuelve un hábito alimentarte bien, siempre he sido así y con la pandemia hasta me inventé mis propios ejercicios”.
Han pasado cuatro décadas desde que el Enmascarado de Plata versión junior recibió el estandarte, esa portentosa capucha que tantas historias escribió hasta ahora y el esteta se da tiempo para contar un poco de esa relación estrecha que tuvo con el jefe de la familia, a propósito de que el domingo estarán de festejo.
“Ser el hijo del señor Guzmán (Rodolfo) fue una gran satisfacción, tuve un papá, unos padres maravillosos, tuve un papá muy presente, porque cuando era pequeño ya había logrado destacar en la lucha, en la historieta, en el cine, entonces tuve la oportunidad de convivir más con él y creo que nos disfrutamos mucho, siempre lo admiré como papá y como luchador, lo sigo recordando todos los días.
“Fueron muchos consejos, tanto en la lucha libre, como en la vida privada, lo más bonito fueron los valores morales que me inculcaron mis padres; mi papá siempre fue un hombre muy honesto, siempre respetuoso con la gente mayor”, agrega.
Para un chaval, el no irse de la boca, frente a una figura como la que era su progenitor, comparte que sí tuvo sus ratos de indiscreción, valederos sobre todo a una corta edad.
“Tuve que aprender a cuidarlo, a no exponer su rostro ante la gente, pero era algo que me costaba trabajo, porque era un gran orgullo decir que mi padre era El Santo, a veces la verdad sí decía, pero fue muy bonito ser un niño tan afortunado”.
Los obstáculos para un junior
Y respecto a seguir el legado, y lo que pudo vivir para hacerse de un nuevo nombre, aunque continuando uno anterior, se sincera en el sentido de que la pudo padecer, más en el arranque de sus capítulos.
“Pienso que lo más difícil fue al principio, porque obviamente la gente no creía en El Hijo del Santo; incluso, los medios especializados dudaban de que diera el ancho, pero afortunadamente tuve la asesoría de mi padre y él fue quien me inyectó esa confianza, me dijo: ‘ten fe en ti, cree en Dios y lo único que te voy a aconsejar es que no quieras ser una copia de El Santo, ten tu propio estilo y creo que lo logré, siendo más veloz y con movimientos diferentes”.
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Más allá del título está la mentalidad de conseguirlo Desde el Ángel
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