Así surgió Súper Porky, el nombre que catapultó al Brazo de Plata

Uno de los luchadores más carismáticos que ha habido en la historia de la lucha libre mexicana fue Súper Porky, Brazo de Plata, quien murió este martes a causa de un infarto, aunque detrás de ese personaje, José Luis Alvarado Nieves, su nombre real, vivió duros pasajes que incluso lo llevaron a atentar contra su vida. 

Drogas, fama, dinero, lesiones y mujeres fue una extraña combinación que se le cruzó al acaecido gladiador y lo puso de rodillas, algo que nunca ocultó por más duro que fuera, pero también saboreó lo rico de su profesión al máximo. Fue una vida tan difícil como gratificante. 

Gracias, Doctor Morales

Porky navegó entre los bandos rudo y técnico a lo largo de su carrera, ambos con gran conocimiento y sin dar paso a las dudas. Como técnico fue el más querido, un ángel, pero como maligno odiado a lo grande, ya que era algo que traía de familia, no por algo a él y sus hermanos los apodaron los Misioneros de la Muerte. Curiosamente eso le valió su divertido apodo y después su nombre de pila.  

"Cuando era rudo la gente decía 'pinche puerco marrano' y a veces 'lechón', pero ¿qué pasó?, que un día el Doctor Alfonso Morales escuchó cómo me gritaba toda la gente en Puebla y dijo 'no, amigos, él es Súper Porky'", relató en entrevista con el Escorpión Dorado. 

"Un día hablé con él y le comenté: '¿Me puedes ceder los derechos?' y me respondió 'no, no, eso yo lo hice con todo el cariño. Te dejo el nombre de Súper Porky'". 

Su intento de suicidio

José Luis Alvarado fue también un conquistador, aunque su experiencia con las mujeres no resultó la mejor e incluso en una relación acabó en la calle, literal, despojado de un auto último modelo y un departamento en la colonia Del Valle. 

Si bien solo quería estar con una mujer para tratar de olvidarse del rompimiento con la mamá de Psycho Clown, la persona con la que se inmiscuyó acabó por engatusarlo al grado de vivir junto a él, esto justo en el pico de su carrera, cuando el dinero le llegaba por varios frentes. 

"Le puse un departamento en la Del Valle, Rotoplas me pagó una lanota, ya me había separado de la mamá de Psycho y traía un pinche carrazo, un departamentazo y pensé que ya no me importaba la separación", relató. 

"Resulta que un día llego y dijo 'sáquese de aquí, la casa y el carro son míos'; me sacaron de mi departamento, pero cuando yo voy a denunciar ellos ya lo habían hecho, que la casa yo se la había regalado. Era licenciada".

Tras ello, se ahogó en el alcohol y las drogas y pensó en el suicidio, algo que acabó por intentar, pero que no se le dio porque al momento de hacer el tiro la pistola dio el chicotazo y la bala no entró, algo que los aficionados no sabrían entre tantas noches de alegría que les dio. 

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