Canelo Álvarez deslumbra a su llegada y Reynoso enciende la pelea con promesa de nocaut
El boxeador tapatío llegó con un espectacular traje blanco y una mirada oscura.

Enfundado en un traje blanco impecable, oculto tras sus inseparables gafas oscuras y escoltado por Eddie Reynoso, Chepo Reynoso y Mauricio Sulaimán, Saúl 'Canelo' Álvarez pisó el Allegiant Stadium de Las Vegas como si el suelo no estuviera a su altura.
El 13 de septiembre, fecha marcada en el calendario patrio, el mexicano se medirá con Terence Crawford en el Allegiant Stadium de los Raiders. Un escenario imponente para una pelea que, en su momento, se soñó con llegar a la televisión abierta en México. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano: el combate se quedó reservado para las plataformas de pago, privando al público de ese ritual colectivo que significaba ver juntos al campeón en casa.
Canelo Álvarez, consciente del simbolismo, eligió también su mensaje:
“En estas fechas tan importantes para México, gracias a todos y que viva México, cabrones”, disparó con la naturalidad de quien sabe que el ring también es trinchera.
¿Habrá nocaut?
Entre saludos, fotos improvisadas y bromas rápidas, el campeón mantuvo la calma y el filo. Eddie Reynoso, su inseparable entrenador, no se anda con rodeos: “Canelo siempre ha sido uno de los mejores contragolpeadores de la historia”.
La pregunta que nadie deja de hacer es si aún tiene lo necesario para frenar a Crawford. Y Álvarez, sin pestañear, el entrenador soltó lo que su gente quería escuchar:
“Así es, y el sábado lo vamos a demostrar por nocaut”
El traje blanco no fue casualidad. Llegó vestido de ceremonia. El 13 de septiembre sabremos si fue para celebrar independencia o dictar sentencia.
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