Erik Van Rooyen gana la edición 17 del World Wide Technology Championship
El sudafricano consiguió ser campeón en el PGA Tour, superando a Camilo Villegas y Matt Kuchar.
El sudafricano Erik van Rooyen se convirtió en el primer campeón del PGA Tour en un campo diseñado por Tiger Woods. Fueron 28 impactos los que necesitó en sus últimos nueve hoyos para lograr la remontada y quedarse con el World Wide Technology Championship, primera edición fuera de Mayakoba y ahora en Los Cabos.
Van Rooyen arrancó la ronda final a un golpe de distancia de los entonces líderes Camilo Villegas y Matt Kuchar e incluso un bogey del sudafricano en el hoyo uno, combinado con birdies del colombiano y estadounidense hasta el ese momento lo ponían rápidamente con tres golpes de desventaja y contra la pared.
“Hacer bogey en el primer hoyo cuando estas jugando con los lideres nunca es agradable. Por su puesto que estaba nervioso, pero me mantuve, me mantuve durante los primeros nueve y a pesar de que no le pegué increíble, pude hacer algunos birdies”, narró el eventual ganador.
Dos pájaros —para ser exactos— que le sirvieron para no alejarse del todo, pero tampoco lo metían en la pelea. “Llegué al 10, le pegué perfecto al driver, emboque el birdie y a partir de ahí arrancó la remontada”, mencionó el ahora dos veces victorioso en el PGA Tour.
Además del birdie en el 10, Van Rooyen embocó pájaros en las banderas 11, 12, 14, 16 y 17 para llegar empatado en la punta con Kuchar y con un golpe de ventaja sobre Villegas.
“Fue un cierre increíble. Entre el buen arranque de Camilo y los putts embocados de Kuchar, sentía que me estaba quedando atrás. Pero esos últimos nueve [hoyos] fueron increíbles, todo lo recuerdo borroso…si te soy honesto no tengo palabras”, remató con un tono sumamente emocionado.
En cuanto a los mexicanos, Sebastián Vázquez fue el que mejor terminó posicionado. Con un acumulado de -15; producto de una ronda final de 64 escaló hasta la posición 38, seguido por Roberto Díaz que terminó 45 e Isidro Benitez en la posición 65.
Victoria con dedicatoria especial
Erik Van Rooyen embocó el putt final para águila en el hoyo 18, inmediatamente alzo el puño, boleto al cielo y cayó en llanto. Su padrino de bodas y compañero de cuarto en la universidad se encuentra enfermo de cáncer en etapa terminal y apenas el martes le avisó a él y a su caddie, también amigos de la universidad, que le quedan de seis a 10 semanas de vida.
“Nos estuvimos escribiendo durante la semana. Le dije cuánto lo quería y cuánto los extrañaba, lo único que quiero es ir jugar golf con él”, compartió entre lágrimas el golfista sudafricano.