Los tenistas Cabal y Farah: '30 años después, seguimos juntos acá'

Dos veces campeones de Grand Slam, si algo distingue la carrera de los colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, es la longevidad de la dupla que han conformado dentro de la ATP. Una relación sostenida primero por una amistad que surgió desde niños y que se fortaleció por la pasión a un deporte de exigencia máxima.

Robert Farah es el menor de ambos, de padres libaneses que emigraron a Cali tras huir de un conflicto armado, siempre trae una sonrisa dibujada en su rostro árabe. De hecho, Robert nació en Canadá cuando su familia realizaba el viaje. Hoy, en entrevista con mediotiempo recuerda cómo ha sido esa unión con Cabal.

“Somos de la misma ciudad, nos conocemos desde toda la vida. El tenis nos ha unido desde muy temprana edad, de los cinco años y desde ahí arrancamos nuestro sueño que es ser tenistas. Acá 30 años después seguimos juntos”.

Cabal, por otro lado, es más discreto y se podría decir que su olfato intuitivo y su capacidad de observación han sido clave en una exitosa carrera dentro del circuito que los ha llevado a conquistar 19 títulos de la ATP juntos. El propio Sebastián recuerda que la primera vez que jugaron juntos fue en Medellín en 1997 y que su éxito se basa en la disciplina y constancia.

“Obviamente somos muy buenos amigos fuera de la cancha, no solamente nosotros, somos un grupo de colombianos que somos muy unidos, eso es primordial, llevarse bien con compañeros en el deporte. Somos más amigos que deportistas”.

Sobre el mejor momento de sus carreras, sin sorpresa alguna Farah, de 36 años, resalta dos de los torneos más importantes del orbe.

“Hemos tenido muchos highlights en nuestra carrera, es una carrera ya larga. Hemos conseguido cosas que para nosotros al principio eran inimaginables. Claramente a destacar es haber ganado Wimbledon y el US Open, es la cumbre de nuestro deporte, pero pienso que cada victoria que hemos podido tener han sumado a los resultados finales.”

2019, año clave para Farah y Cabal

Fue 2019 el año clave que los catapultó con cinco conquistas en la temporada a ser la pareja de dobles No. 1 del mundo. A muchos aficionados les intriga el hecho de que un tenista decida perseguir una carrera en esta modalidad, pero al respecto Cabal explica:

“Cada deportista tiene su camino y sus decisiones, si tomar el camino de singlista o doblista. En nuestro caso fue un tema de lesiones, el cuerpo no estaba acompañando muy bien el de singles y tomamos la decisión de dobles y por lo menos de mi lado no me arrepiento para nada. Ha sido una carrera muy larga, muy satisfactoria, con muchos logros y cada quien sus caminos.”

Sincronizados dentro y fuera de la cancha, su carisma hace parecer que ser jugador de tenis profesional podría ser fácil y divertido, pero el trabajo mental sigue siendo clave también como doblistas, como lo afirma Cabal. Por su parte Farah agrega que la Copa de Maestros es quizá el objetivo más importante que se trazan ambos en el año.

“El objetivo siempre es el mismo que es el ganar la más grande cantidad de torneos en el año y poder llegar a la Copa de Maestros que es al final del año. Si uno cumple ese objetivo considero que se tiene un buen año.”

Constantes en el Abierto Mexicano de Acapulco, sus otros torneos favoritos son Montecarlo, Barcelona, Madrid y Wimbledon, pero encuentran en México quizá la mayor conexión con casa. Así lo reflexiona Robert, mientras que Juan Sebastián asiente.

“Hay muchísimas cosas en común, el folclor, la gente, somos muy serviciales, muy buena gente. Creo que nos entendemos muy bien, son culturales verdaderamente muy parecidas y tenemos la misma chispa para la vida y el mismo orgullo por nuestro país y eso hace que nos llevamos muy bien”.

Por último, entre risas, y como la gran mayoría de extranjeros que los prueban, aseguran que su comida favorita cada que visitan el país son: “verdaderamente los tacos, podría comer tacos el día entero. Los que sean, los de carnitas, de pastor, camarón, pulpo” dice Farah “Ponle lo que sea a un taco y todo está bien” finaliza Cabal.