Columna de Gerardo Mascareño
Jugar bien de espaldas es no saber jugar
Editorial Mediotiempo
La capacidad técnica no se mide por cuántas "dominadas" puedes hacer, cuántos trucos con el balón realices o con cuántas partes del pie puedes golpear la pelota. Los "sombreritos", "túneles" o "rabonas" no tienen nada que ver con un jugador sobresaliente o superdotado técnicamente, la perfección en la técnica es hacer los únicos tres gestos que existen (golpeo, recepción y conducción) con la misma precisión a mayor velocidad y con cualquier tipo de oposición, tanto del terreno de juego, como del clima o del rival.
El golpeo involucra obviamente, desde el pase hasta el remate a puerta, ya sea con los pies o la cabeza, así que el cabeceo entra en la categoría de golpeo de balón. El regate o dribling es una ramificación de la conducción; aclaro esto por cualquier duda que llegara a surgir.
Casi cualquier jugador profesional en el mundo tiene la capacidad de, en pelota parada, dirigirla a donde quiera, pueden conducir quinientos metros, si ese fuera el caso, con la pelota pegada a los zapatos, o pueden hacer una recepción orientada sin mayores problemas. Los factores antes mencionados son los que determinan la calidad técnica de un jugador; está claro que en la mayoría de los deportes, a máxima velocidad, menor precision, por ello los jugadores que perfeccionan esto y se equivocan menos son los llamados "cracks".
Daniel Ibarra, hijo del Arquitecto Ibarra, expresidente de la Federacion Mexicana de Futbol y del Atlas, utilizó un término que adopté para catalogar determinados aspectos que se deben hacer al preludio de un gesto técnico, "disciplina técnica" decía él; esto es, por ejemplo, en el caso de recepcionar el balón, se debe poner el jugador de perfil para inmediatamente después tener la portería de frente; en el caso del golpeo a puerta, hacer una pequeña pausa antes de disparar y no llegar a la misma velocidad en la que condujiste, cuando vas a regatear debes bajar el centro de gravedad agachándote lo más posible, de esta manera tienes la facilidad de salir hacia cualquier lado rápidamente (recordarán lo grotesco pero efectivo que se veía Saturnino Cardozo al hacerlo).
En referencia a el título de este artículo, hacemos homenajes y aplaudimos cuando un jugador que está totalmente de espaldas al arco rival "descarga" de manera adecuada, se apoya, como se dice ahora sirve de "poste", o en muchos de los casos, se da vuelta. De entrada, recibir completamente de espaldas es un defecto en el futbol mexicano, pero también evidencía los malos hábitos de los defensores, pues es imposible que un jugador que recepcione así se voltee y sólo se da esta posibilidad gracias a que los defensores quieren adivinar o anticipar. Así las cosas, un error se compensa con otro y seguimos haciendo lo mismo porque aparenta estar bien.
Me gustaría ver, una vez por lo menos, a el Ronaldo que quieran, a Messi, a Henry, jugadores de esta calidad, recepcionar de espaldas, y si se llega a dar el caso, que intenten darse la vuelta, y si ya las dos cosas llegaran a ocurrir, que además lo lograran.
Nos matamos tratando de perfeccionar nustras habilidades con la pelota y mientras más "raro" se le pueda golpear al balón, supuestamente mejor eres; la "rabona", pegar de "tres dedos" o el "taquito", no son mas que correcciones y recursos por no hacer una buena recepción, no tener una pierna contraria apta medianamente, o estar de espaldas a tu objetivo al pasar.
Estoy convencido que en el futbol de ahora, para ser un excelente futbolista lo último que tiene que ver es el balón, pues la disposición y/o "actitud", el fondo fisico, el orden táctico, la disciplina técnica e incluso la complexión física, son más importantes que cualquier elegancia con la pelota.