"¡La afición está hasta la madre!", dijo Jesús Martínez, presidente de Grupo Pachuca, en ESPN la noche del martes. Y tiene toda la razón, quien ha sido uno de los dueños más exitosos del futbol mexicano.
Pocas consideraciones tan ciertas como que los aficionados mexicanos están hasta la madre de las destinadas y mezquinas decisiones de los directivos del futbol nacional, que han sido incapaces de lograr el tan anhelado salto de calidad.
Jesús Martínez habló claramente sobre su visión de futbol federado; entre los varios conceptos que expuso destaco uno, quizá el que mejor explica las diferencias entre dueños con altura de miras y los que existen en el futbol mexicano.
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El presidente de la Federación Mexicana de Futbol y sus atribuciones. El innegable talento como ejecutivo demostrado por Yon de Luisa se contrapuso al delicado equilibrio de poderes en la FMF.
Jesús citó un ejemplo: Don Garber, el Comisionado de la Major League Soccer, quien decide, previa consulta a los dueños, el plan de desarrollo a implementar en cada ciclo, que para empezar es a largo plazo.
Después, lo más interesante; la posición de presidente de la FMF se fortalece o debilita con cada cambio de visión del grupo de dueños en el poder, representado por varios o uno solo (como ha sido la costumbre).
Siendo así, de pronto, ejecutivos como Yon de Luisa, deben abandonar el encargo, porque se quedan sin instrumentos de vuelo; los dueños cambian de visión y todo lo mueven, a conveniencia y sin hacerse cargo de los perjuicios.
En cambio, en la MLS el Comisionado Don Garber lleva en el cargo... 29 años; antes ejerció de jefe de la NLF International 16 años. ¡Lo notan! Eso se llama estabilidad, "PROYECTO", así, mayúsculas.
Dicho proceso a largo plazo ha dado sus frutos; nadie puede negar la fortaleza de la MLS y el valor que han alcanzado las franquicias que la componen. En México contamos con clubes que no superan el valor de los 10 mdd en la Liga MX. Tan-tan.