Fue al balón

"Estadio Cruz Azul", para este mismo año

No solo se trata de recursos económicos (los que se tienen), también es cosa de visión, algo que conduce a la actual dirigencia de Cruz Azul, en su búsqueda de hacer realidad un anhelo largamente postergado por el club profesional.

En sus 96 años de historia, y casi 60 en la Primera División, la única sede que los cruzazulinos han sentido suya ha sido Jasso, Hidalgo, el 10 de Diciembre, la cuna. Y desde su mudanza a la ahora CDMX en los años 70 el peregrinar cementero no ha tenido parangón en la Liga MX.

A la noticia que, en su momento, publicó ESPN sobre la intención de edificar un estadio para el equipo, habría que agregar lo dicho por mediotiempo: será un estadio único, con una inversión que recompensará la paciente espera de una afición celeste próxima a cumplir el centenario.

Para concretar el estadio, la presidencia del Consejo de Administración de Cooperativa La Cruz Azul, encabezada por el ingeniero Víctor Manuel Velázquez, lo tiene claro: la obra deberá iniciar antes de acabar el 2023.

No es cosa menor; tampoco ha sido tarea fácil. Como no lo ha sido mantener funcionando y competitiva a una empresa saqueada por tres décadas, con seguros inflados, proveedores fantasma, litigios contra rivales, tráfico de influencias y más. Una etapa superada desde una histórica asamblea en el 2020.

A esa batalla le queda de vida solo una trinchera: precisamente Jasso, Hidalgo., que está en vías de ser legalmente recuperada, porque ahí está el corazón de los cementeros de La Cruz Azul y buena parte de su patrimonio construido por casi 100 años. No podría ser de otro modo.

Enhorabuena para los aficionados cementeros, porque a la noticia de que habrá estadio, ahora sabemos que el deseo es que la primera piedra sea colocada en los próximos meses. Ya era tiempo. Llegó la hora.

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