Fue al balón

Los constructores del Mundial 2026

Después de la exhibición individual o grupal de los jugadores, lo más reconocible en una Copa del Mundo de futbol son los estadios, y los hay de todo tipo, desde los permanentes y exuberantes, hasta los desmontables, pero ingeniosos. El Mundial del 2026 no será la excepción. Y en ese renglón hay un ganador por adelantado.

Si bien la carta más fuerte de México seguirá siendo el Estadio Azteca, no olvidemos que es un inmueble con más de medio siglo de vida; aún así, ninguno de los nuevos, en el norte o el occidente del país, se le compara (al menos) en dos rubros: historia y legado. Para hacerlo les faltan años, partidos y gestas deportivas.

No hay nada qué descubrir. Por anticipado, Estados Unidos se llevará todos los aplausos por la magnificencia de sus estadios, los más espectaculares, construidos por una misma firma de nombre Turner, la filial estadounidense de la española ACS, por ejemplo el Arrowhead de Kansas City, que será sometido a una remodelación integral.

El más sofisticado, el complejo deportivo “más caro del mundo, pagado por el magnate del deporte Stan Krpenke” (CincoDías/Milenio), el Sofi Stadium (4,900 mdd). Y otros: Levi´s Stadium de San Francisco, Lincoln Financial Field de Filadelfia y el Lumen Field de Seattle, el más ruidoso del deporte profesional en ese país.

El Mundial de futbol no es solo (o ya no es solo) un escaparate para las selecciones, sus futbolistas, los técnicos y los países que los reciben; es también una ventana de oportunidades para las firmas constructoras y gestoras, sus inversionistas y hasta urbanistas, que en el evento deportivo más grande del orbe pueden exhibirse.

Que no cause frustración: la realidad es que México y Canadá solo acompañarán a Estados Unidos en 2026, por la cantidad de partidos que les fueron regalados (a falta de ver qué selecciones les tocarán) y por la imponente infraestructura del país más poderoso del mundo, que se alista a ganar el Mundial en todos los frentes. Y lo hará.

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