Futbol
Gauden Villas
Columna de Gauden Villas Gauden Villas

Esta sí es nuestra Roja

Madrid, España

Nadie tiene un centro del campo como el nuestro.



El

España-Portugal

de anoche es, sin aditivos, la razón por la que el

Mundial

de futbol es lo más grande que ha inventado el hombre. Un espectáculo sublime, el deporte en estado puro, la justificación de la espera de cuatro años para volver a sufrir, a gritar de alegría, a sufrir y a gritar y a sufrir una vez más. Porque en el futbol existe el Mundial y luego todo lo demás, mero aperitivo más o menos sabroso hasta que llega el plato fuerte. ¡Y menudo plato nos sirvieron! El que se lo perdió, que se vaya buscando una buena excusa porque no veíamos nada igual desde hace muchos, muchos años.



Malditos fallos



Para no marear más el tema,

España

no ganó porque cometió errores defensivos impropios de un aspirante a campeón. Falló primero

Nacho

, entrando al envite de

Cristiano

como un pardillo. Pero luego el madridista demostró casta, temperamento y calidad y cuajó un partido sensacional. Un borrón de escribano novato en estas lides porque ni la

Champions

, amigos míos, te prepara para esto. Mero aperitivo. Y luego falló

De Gea

. Y lo de este chico ya comienza a ser preocupante. Y nos pilla desprevenidos porque

Casilla

s nunca nos dejó en la estacada. Ahí tiene

Hierro

una buena papeleta, pero el cuerpo en caliente desde luego pide tomar medidas. A su dramático error en el segundo de

Portugal

sumó una sospechosa pasividad en el empate definitivo. A mí no me inspira confianza alguna.



Casta y carácter



Pero esta

España

no es la pusilánime del

Mundial de Brasil

ni la inofensiva de hace dos años en

Francia

. A cada varapalo que le lanzaba la adversidad, respondía con orgullo, hombría y, lo que es más importante, calidad. El que solo haya visto el resultado, que no caiga en el desánimo. Habría que echar la vista muy atrás para encontrarse a un equipo más castigado por fallos pueriles e incomprensibles y todavía más atrás para dar con uno capaz de sobreponerse a ellos. Y ante el

Campeón de Europa

, nada menos.



Señales positivas



El partido deja un buen puñado de señales positivas. Por ejemplo que

Busquets

llega al

Mundial

con gasolina en el depósito, algo esencial si queremos llegar lejos. Q

ue Isco

se ha convertido en el líder absoluto del juego de ataque. Su despliegue fue de figura universal, exactamente lo que es, mandó como un cacique y apunta a consagración absoluta del torneo. Por si eso fuera poco, dos de los sospechosos habituales en este grupo, los atléticos

Koke

y

Costa

, escogieron el día más complicado para ofrecer su mejor versión con la Roja. Ya tenemos delantero, se acabaron las especulaciones, las tonterías localistas y los suspiros de señorita Pepis: Costa nos calló la boca a todos. A sus pies, Don Diego.



Bien el míster



Incluso

Hierro

demostró cintura. No empez

ó España

bien situada.

Koke

y

Busquets

dejaban demasiado espacio delante de los centrales y los portugueses se manejaban en esa zona como Pedro por su casa. El primero de

Cristiano

no ayudó a solucionar dudas. El movimiento desde el banquillo fue certero. Koke retrasó su posición unos metros y ahí se gestó la reacción, culminada con un golazo de pistolero de Far West de Costa, marca de la casa, agónico de la gestación al desenlace y clave en lo que acabó sucediendo despuós.



La clave: los cinco



La Roja ganará el Mundial

si sus cinco del centro funcionan –y el portero no vuelve a fallar, añadamos–. Ayer dieron un recital. Por momentos, bordaron el futbol y desarbolaron completamente a un equipo rocoso y dificilísimo de superar. Queríamos ver si llegaban finos a Rusia y hemos comprobado que lo están como nunca. Dudábamos de si iban a perseguir el balón como jabatos cuando hiciera falta y ya tenemos claro que lo van a hacer. Nadie tiene cinco como los nuestros, solo falta cuadrar el resto de piezas.



Cero tristeza



Y sí, el mundo piel roja se fue ayer a cenar con un sabor agridulce. Esa falta de

Piqué

, esa estatua de

De Gea

no debieron estar en el guión del último minuto. Tampoco

Cristiano

, que no perdona. Pero yo recuerdo la

España

que recibía un mazazo y no se levantaba, la España a la que le temblaban las piernas cuando llegaba al área contraria, la España timorata que agachaba una y otra vez la cerviz. Lo de ahora es otra cosa. Lo de ahora es la Roja, mi Roja y la tuya. De aquí va a costar echarnos, queridos amigos.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.