Desde el Ángel

Mentalidad y conformismo tumbaron al Atlas

No recuerdo que un campeón, ya no digamos bicampeón, se cayera al siguiente torneo tanto como le sucedió al Atlas.

La gente especula, la gente dice, la gente asegura y la gente acusa: “Lo que pasa es que los árbitros ya no le ayudan. Se acabó el favoritismo”.

Yo ya me rendí con la gente y puede opinar lo que sea. Tiene derecho a escribir y opinar lo que le venga en gana. Pero de eso a que tengan razón, pues hay muchas leguas de distancia.

El Atlas no se cayó espantosamente porque ya no le ayudan los árbitros. Ojalá un día la afición voraz por siempre buscar trampa por todas partes madure y se deje de esas tonterías. Pero insisto, ya me rendí con estar buscando convencerlos que están en el error.

El Atlas se cayópoquito— por dos que tres lesiones clave, pero nada que ver que eso sea el motivo, ya que tooodos los equipos las tuvieron, y la mayoría están en la pelea.

Amigos Zorros, quítense de la cabeza que ése sea el motivo.

El Atlas tampoco se cayó porque lo hayan desmantelado. Tampoco. No les quitaron alguna pieza clave.

¿Entonces por qué se cayó a tal grado que tiene sólo 10 puntos de 42 disputados?

Les seré sincero: yo pensé que ayer iba a ganar en casa recibiendo a San Luis. Nunca creí que iba a perder, pero aún así el sábado le escribí al Judas Zorro, porque ya tenía pensado tocar el tema de la debacle atlista. Lo iba a hacer más adelante en el mes, pero ante lo de anoche, mejor lo adelanté.

“Hubo un desfonde por distintos motivos. Aquí la institución pasó décadas sin ganar nada, nada, y cuando llegan estos 12 meses es como si nos hubiéramos emborrachado tanto un fin de semana, que el lunes estás muerto”.

Vaya analogía que me hizo mi Judas del Atlas, pero es verdad…

“Te puedo decir, sin equivocarme, yo que he estado en este proceso de reconstrucción y títulos, que se cayó en el conformismo. No se tuvo la mentalidad grande de ir a hacer historia y buscar 3 consecutivos. Nos embriagamos, nos perdimos”.

El equipo prácticamente es el mismo de ambos títulos, ¿y entonces cómo es posible que de ser líder y campeón ahora sea 17?, y si no son 18 es porque existe un amateur que se llama Gallos de Querétaro.

“También agrégale el toque de suerte que todo campeón debe tener. Todo se perdió en este torneo. Hasta la suerte”.

Aunque yo estoy convencido que no, no podía dejar de preguntarle:

— Dime lo que verdaderamente piensas: ¿los ayudaron los árbitros?

“No, jamás se dio lo que dice la gente, pero siendo sincero hubo alguna u otra jugada que sí fue a nuestro favor, pero como a cualquier otro equipo en Liguilla, solo que ahora nosotros fuimos los beneficiados”.

La gente murmulla y rumora, y eso me trae a la mente un pasaje que leí y oí:

— “¿Qué te gustaría que la gente piense de ti?”, le preguntó en 1979 un periodista español a Camilo José Cela, novelista, ensayista, periodista y escritor español, representante de la literatura posguerra.

Y el escritor le contestó: “¡Que piensen lo que quieran, no me importa. Si te empiezas a preocupar de lo que dicen los demás, estás perdido”.

PD: Y me pasa lo mismo.

El hermanito

Por cierto, el sábado puse un tuit que me puso muy triste con sus reacciones. Tuiteé:

“Ya gana Santos de La Laguuuna, campeóóón

0-1

Min 24”.

Llovieron tuits mentándomela que por qué ahora digo que Santos va a ser campeón.

Que era un tal por cual, que chaqueteaba, que aseguraba que Torreón iba a ganar el título.

Les dije que yo jamás escribí eso, y me mandaron (muchos, muchos): “No te hagas pen…, ahí pusiste Santos campeón”.

Y les expliqué:

“La coma ( , ) posterior a decir ‘Laguuuna’, te elimina que lo esté pronosticando como campeón.

“No es ‘Santos campeón’. Es “Saaaantos, campeón”.

“‘Campeón’ es a quien le hablo, a quien le escribo, a quien me lee… no de quien hablo”.

“Una coma dice mucho en una frase”.

Aún así seguían asegurando que yo puse que será campeón.

Muy triste ver el nivel tan bajo de comprensión de lectura y de conocimiento de la gramática.

Una coma te cambia completamente una frase.

No es lo mismo “No me digas, wey”, a “No me digas wey”.

Es el miiismo caso del tuit del que les hablo. Aún así, con la explicación, habrá quien siga sin entender.

Por eso la tristeza que me provocó.

PD: Ahora entiendo por qué mi México está en esta actualidad. Mucha ignorancia.


  • Miguel Ángel Arizpe
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