Para nadie es un secreto que Saúl “Canelo” Álvarez es una máquina de hacer dinero; cada combate del mexicano deja una derrama importante de capital a su entorno. En sus recientes cinco peleas sancionadas por el Consejo Mundial de Boxeo, el tapatío ha ganado unos 115 millones de dólares bajo contrato, sin tomar en cuenta los ingresos por publicidad en la vestimenta, patrocinios, porcentajes por la venta de boletaje a las arenas ni lo que le toca de PPV.
Ahora bien, el amigo de un amigo nos contó que, de esos 115 millones de dólares, El Canelo Álvarez (o su promotor, que para el caso es lo mismo, porque viene del mismo bolsillo) le han aportado al Consejo Mundial el 3 por ciento de ese ingreso bien ganado sobre el ring; es decir algo así como ¡3 millones 450 mil dólares! Esta cantidad es por el derecho de sanción, por el reconocimiento de ser campeón del WBC, lo cual incluye salario de los jueces, réferi y supervisor del combate. ¡Todo legal!
Las peleas a las que se refiere el amigo de un amigo son:
- Vs. John Ryder: 10 millones de dólares
- Vs. Gennady Golovkin: 10 millones de dólares
- Vs. Caleb Plant: 40 millones de dólares
- Vs. Billy Joe Saunders: 35 millones de dólares
- Vs. Avni Yildirim: 20 millones de dólares
Sí, los promotores mandan
Otro amigo de un amigo nos cuenta que ya no son los organismos los que mandan en el boxeo internacional, sino los promotores; ellos tienen monopolizado el control de los campeonatos mundiales.
Con enojo nos contó que con éstos los que, con el pretexto de que son los que ponen el billete y representan a las figuras del pugilismo, anteponen una figura que empieza a causar molestia en la figura del boxeo: la cláusula de revancha inmediata.
Campeones como Anthony Joshua, Chris Eubank, Tyson Fury Jr, etcétera, etcétera (en hombres y mujeres) obligan vía sus promotores a sus contrincantes a firmar esa cláusula y, si pierden, la aplican para una revancha inmediata, que en los reglamentos de los organismos existe como opción, pero sólo se debe aplicar ante un resultado controversial. Ahora es la regla, ya no un privilegio que se debe conquistar.
Con esta cláusula los promotores se pasan por el arco del triunfo los reglamentos y hacen las revanchas directas, como ejemplo, dos casos entre peleadores ingleses y mexicanos: en su momento Andy Ruiz vs. Anthony Joshua y Mauricio Lara vs. Leigh Wood.
En su primer combate ganaron los tricolores, pero los campeones aplicaron la cláusula y pudieron recuperarse, en peleas a capricho, a modo, al gusto de sus promotores, sin que los organismos pudieran impedirlo y plantearlo en términos más justos.
‘Púas’ Olivares, con cataratas
Hace unas semanas otro amigo de un amigo acudió al festejo de los 60 años del Consejo Mundial de Boxeo y nos cuenta que tuvo la dicha de ver, saludar y tomarse una foto con el último gran ídolo del boxeo mexicano, Rubén “Púas” Olivares.
El expugilista, ahora de 76 años, conserva su buen humor, el lenguaje populachero que siempre lo ha distinguido; tristemente ha perdido visión o parte de ella en el ojo derecho, debido a cataratas. Es una pena por ese gran peleador, que fue ídolo, gracias a su origen humilde, se coló y vive en el corazón de los mexicanos.
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