A 88 años de la masacre, la Casa de Aramberri es la más terrorífica de Nuevo León
Se cumplieron 88 años de la tragedia en la que una madre y su hija fueron violadas, torturadas y asesinadas a sangre fría por un familiar.
Se cumplieron 88 años de la masacre de dos mujeres, madre e hija que fueron brutalmente asesinadas en su propia casa, la cual está ubicada en el 1026 de la calle Aramberri, en el centro de Monterrey, Nuevo León.
Fue el 5 de abril de 1933 que se escribió la terrorífica historia de la Casa de Aramberri, donde Antonia Lozano y su hija Florinda fueron torturadas, violadas y asesinadas a sangre fría con arma blanca, un hecho que conmocionó a la ciudadanía en aquel entonces y que tras el paso de las décadas se sigue hablando.
Delfino, esposo de Antonia y padre de Florinda había salido de casa por trabajo, cuando de pronto irrumpieron en su casa tres hombres, quienes sometieron a las dos mujeres para buscar objetos valiosos y unas monedas de platas que tenían escondidas.
Las investigaciones arrojaban datos importantes, la cerradura no había sido forzada, lo que indicaba que los culpables eran conocidos de la familia; además, el loro que tenían de mascota no dejaba de repetir las últimas palabras de una de las víctimas: "¡no me mates Gabriel, no me mates!".
Las autoridades dieron con Gabriel, el sobrino de Antonia, quien terminó por aceptar su culpabilidad y ventilar el nombre de sus dos cómplices; a los tres se les aplicó la Ley Fuga, la cual consiste en dejar que se vayan para matarlos en su huida.
Delfino perdió la razón y pasó sus últimos años en un asilo, mientras que la casa fue clausurada, ya que se aseguraba se escuchaban gritos y lamentos, al grado de quitar una parada de camión que ahí habían puesto en algún momento.
Actualmente, la famosa casa está cerrada con ventanas y puertas selladas y una reja que impide el paso, ya que está declarada como ruina y es peligroso entrar en ella, aunque hay muchos curiosos que insisten en entrar, ya que buscan encontrar algo paranormal.