El 'hack' secreto para mejorar tu rendimiento en el gimnasio se oculta en tu cocina: conoce 4 beneficios del plátano
Si sientes que tu rendimiento en el gimnasio no es el mismo, conoce estos 4 beneficios que trae el comer un plátano antes de tu rutina de entrenamiento.

En la búsqueda interminable por mejorar el rendimiento en el gimnasio, muchos caen en la trampa de los suplementos con nombres rimbombantes y promesas milagrosas. Sin embargo, a menudo la solución más efectiva, barata y natural ha estado todo el tiempo en el frutero de tu cocina.
Hablamos del plátano, esa fuente de poder portátil que los atletas de élite han usado por décadas. Pero, ¿qué hay detrás de esta elección? No es una simple costumbre, es ciencia pura. Aquí desglosamos cuatro beneficios, respaldados por estudios, que te convencerán de que un plátano es tu mejor aliado antes de ir al gimnasio.
Plátano: como gasolina premium para tus músculos
La razón principal es su increíble aporte de carbohidratos de fácil digestión. Un plátano mediano contiene alrededor de 27 gramos de carbohidratos, que el cuerpo convierte rápidamente en glucosa, la fuente de energía predilecta de tus músculos.
Funciona como un golpe de energía casi inmediato pero sostenido, gracias a su combinación de azúcares naturales (fructosa, glucosa y sacarosa) que se liberan a distintas velocidades. Esto te da el 'punch' inicial para empezar con todo y la resistencia para no quedarte a la mitad de tu última serie.
¿Harto de los calambres que arruinan tu rutina?
Ese dolor agudo y paralizante en medio de una sentadilla o un levantamiento tiene un enemigo natural: el potasio. El plátano es famoso por ser una fuente rica en este electrolito esencial, que juega un papel crucial en la función muscular y la transmisión de impulsos nerviosos.
Cuando sudas, pierdes potasio, y un nivel bajo puede provocar esos temidos calambres y debilidad muscular. Comer un plátano antes de entrenar ayuda a mantener tus niveles de potasio estables, protegiendo tus músculos y permitiéndote exigirles al máximo.
¿Es un combustible ligero o un ladrillo en el estómago?
A diferencia de otros alimentos que pueden sentirse pesados y provocar malestar si se comen antes de entrenar, el plátano es increíblemente fácil de digerir.
La fibra que contiene, especialmente la pectina, ayuda a moderar los niveles de azúcar en la sangre y no genera esa sensación de pesadez o indigestión que puede arruinar tu rendimiento. Es el snack perfecto porque te nutre y te da energía sin convertirse en una distracción o una molestia. Es combustible eficiente, sin el peso extra.
¿Puede una fruta mejorar tu concentración y estado de ánimo?
Este es el beneficio que pocos conocen. Los plátanos contienen triptófano, un aminoácido que el cuerpo no puede producir por sí mismo. El triptófano es un precursor de la serotonina, conocida como la 'hormona de la felicidad'.
Un nivel adecuado de serotonina no solo mejora tu estado de ánimo, sino que también puede aumentar tu tolerancia al dolor y mejorar tu enfoque durante el ejercicio. Así que, además de preparar tu cuerpo, el plátano también ayuda a poner tu mente en el estado correcto para un entrenamiento más enfocado y productivo.
El timing es clave: ¿cuándo comerlo?
Para maximizar sus beneficios, lo ideal es consumir un plátano entre 30 y 60 minutos antes de tu sesión de entrenamiento. Esto le da a tu cuerpo el tiempo suficiente para digerirlo y que la energía esté disponible justo cuando empieces a exigirte.
La próxima vez que prepares tu maleta para el gimnasio, no olvides incluir esta maravilla de la naturaleza. Es la prueba de que, a veces, la solución más potente es también la más sencilla.
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