Los Pueblos Mágicos más bonitos y poco conocidos que están muy cerca de CDMX

¿Buscas una escapada de fin de semana sin ir demasiado lejos de la capital? En el corazón de México, rodeando a la siempre vibrante Ciudad de México, existen auténticos tesoros escondidos: los Pueblos Mágicos. Lugares que combinan naturaleza, cultura, aventura y tradición, todo a menos de tres horas de distancia.

Hoy no hablaremos de fútbol ni de ningún partido caliente de la jornada. Hoy, el destino es otro. Porque también hay tiempo para desconectarse, para respirar aire puro, caminar por calles empedradas y descubrir por qué estos destinos han sido reconocidos por la Secretaría de Turismo como lugares con magia. Y aunque creas que ya los conoces todos, aquí te mostramos cinco joyas cercanas a la CDMX que podrían sorprenderte.

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¿Cuáles son los 5 mejores Pueblos Mágicos cerca de CDMX?

1. Tepotzotlán: Historia y naturaleza en un solo lugar (50 km de CDMX)

Este encantador pueblo mexiquense es mucho más que su famoso museo.

• Museo Nacional del Virreinato y el Templo de San Francisco Javier son joyas del arte barroco que te transportarán siglos atrás.
• Arcos del Sitio, un acueducto monumental de más de 430 metros, ideal para caminatas y fotos espectaculares.
• Si viajas en familia, el Parque Ecológico Xochitla ofrece jardines, actividades y espacios para picnic.
• Y no olvides subirte al Turibus local y probar los antojitos en su mercado típico.

2. Malinalco: Donde la cultura prehispánica y la aventura se encuentran (101 km)

Con sus paisajes montañosos y legado mexica, Malinalco es perfecto para quienes buscan cultura y adrenalina.

• El Templo de Cuauhtinchán, tallado directamente en la roca, es una de las construcciones más enigmáticas del México prehispánico.
• También puedes visitar el Ex Convento del Divino Salvador y lanzarte en parapente desde sus cerros.
• ¿Te gusta la pesca? Sus criaderos de truchas te esperan con platillos frescos.
• Además, el pueblo está lleno de leyendas, arte rupestre y museos únicos como el Dr. Luis Mario Schneider.

3. Huasca de Ocampo: Naturaleza y misticismo en su máxima expresión (143 km)

A tan solo dos horas y media, Huasca te regala una combinación de historia, paisajes y magia.

• Los Prismas Basálticos, con sus columnas geométricas de lava solidificada y cascadas, son una maravilla natural única.
• Explora las antiguas haciendas mineras y pasea en globo aerostático al amanecer.
• Recorre sus parques ecoturísticos, prueba la pesca de trucha y no te pierdas la famosa Aventura Mística Nocturna, llena de leyendas locales.
• Y sí, también está el curioso Museo de los Duendes, perfecto para chicos y grandes.

4. Mineral del Chico: Un paraíso para los amantes del ecoturismo (120 km)

Escondido entre los bosques de Hidalgo, este pueblo es ideal para escapadas aventureras.

• El Parque Nacional El Chico ofrece rutas de senderismo, campismo y miradores impresionantes como Peña del Cuervo.
• ¿Buscas emociones fuertes? Vive la Vía Ferrata o lánzate en tirolesa en El Cedral.
• También puedes conocer las minas históricas, pescar, pasear en lancha o comprar artesanías locales en la Casa del Artesano.

5. Valle de Bravo: El destino perfecto para desconectar (156 km)

Uno de los favoritos para una escapada de fin de semana, Valle de Bravo no decepciona.

• Navega por su lago en kayak, yate o paddle board.
• Surca los cielos en parapente o ala delta desde el Mirador Monte Alto.
• En invierno, el Santuario de la Mariposa Monarca en Piedra Herrada ofrece uno de los espectáculos naturales más impresionantes del país.
• Además, sus cascadas, caminatas por el bosque, centro colonial y mercados lo hacen un destino completo.

¿Listo para una escapada a los pueblos más cercanos de CDMX?

Estos Pueblos Mágicos son mucho más que simples destinos turísticos: son experiencias vivas, cargadas de historia, sabores, aventuras y tradiciones. Están tan cerca de la CDMX que no hay excusa para no visitarlos. Ya sea que busques relajarte, conocer más de la cultura mexicana o vivir emociones fuertes, aquí tienes cinco opciones para elegir.

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