Neymar mató los traumas... ¡Brasil se colgó el oro de Río 2016!

Neymar mató los traumas... ¡Brasil se colgó el oro de Río 2016!

Neymar fue el gran héroe al finiquitar la tanda de los penales.
Brasil y el Maracaná mataron sus traumas y acabaron con los fantasmas. Neymar fue el refuerzo, la estrella y el hombre definitivo, el que apareció para anotar el penal decisivo y así darle a su país la primera Medalla de Oro en futbol varonil al vencer 5-4 en penales a Alemania.

El Maracaná fue de nuevo el epicentro de Brasil y desde el primer segundo de juego una ruleta de emociones, gritos, drama, tensión, fantasmas, alegrías y tristezas. Con el peso y el ansia de ganar la tan negada medalla de oro y hasta con sed de venganza los locales salieron a aplastar a los germanos, pero a la Mannschaft no importa dónde, ni cuándo, ni cómo, simplemente es imposible destrozarla tan fácil.

Pronto apareció la autoridad de Neymar. "Yo estoy aquí", gritó la estrella brasileña tras clavar un golazo en el primer tiempo. Al 27', Ney cobró un tiro libre, la pelota viajó toda el área, pegó en el travesaño y se metió casi en el ángulo, dejando inútil el lanzamiento de Timo Horn que no pudo hacer nada pese a sus casi dos metros de estatura.

Y sí, Neymar mostró que quería echarse a los hombros a Brasil y lo logró, le gritó a su nación que quería saldar deudas y darle la gran alegría olímpica por tantas tristezas recientes en el futbol, sobre todo aquella durísima eliminación en semifinales del Mundial hace justo dos años y exactamente contra los alemanes. Aquel inolvidable 1-7.

Pero si hay un equipo siempre fuerte, siempre concentrado y siempre con temple es Alemania. De a poco fue creciendo, hasta que al 59' apareció el capitán Maximilian Meyer para empatar el juego. El Maracaná sudaba de nervios y hervía de emociones... los fantasmas comenzaban a rondar el imaginario de todo un país. Empatado el marcador a uno, se fueron a tiempos extra.

El corazón, los puños y los nervios, más apretados que nunca. A tiempo extra con Brasil arrastrando sus fantasmas y Alemania soportando los intentos de un equipo que quería matar sus traumas; la Germania siempre de hierro mostró su fortaleza mental y física, la gloria no llegaba y todo a penales...

Y fue Neymar el que fulminó todos los malos recuerdos. Metió el penal y soltó en llanto. La alegría regresó al futbol brasileño, volvió de donde quizá nunca debió irse. ¡Brasil Campeón Olímpico!
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