Árbitros de Ecuador se van a huelga por adeudo de ¡un millón de dólares!
Silbantes ecuatorianos no se presentaron a los partidos de Primera División debido a un adeudo; dirigentes analizan contratar árbitros extranjeros.
Los silbatos se silenciaron este fin de semana en el futbol ecuatoriano. Un millar de árbitros profesionales se fueron a huelga al estar impagos cuatro meses mientras la jaqueada dirigencia busca represalias contra los agremiados y la crisis se ahonda.
Los jueces reclaman el pago de remuneraciones de cuatro meses, responsabilidad de la LigaPro, entidad que agremia a los clubes profesionales de primera (16) y segunda categoría (10) y que se encarga de organizar el certamen rentado.
"Queremos que esto se solucione, pedimos un compromiso formal de pago, llegar a acuerdos de pago, pero que nos cumplan y no nos mientan", expresó a la AFP Luis Muentes, presidente de los árbitros profesionales de Ecuador.
El gremio que agrupa a unos mil jueces, 78 de primera división y 16 con escarapela FIFA, se ha negado a dirigir los partidos por la séptima fecha de la segunda etapa del torneo local.
Los equipos saltaron al campo en cuatro estadios diferentes, pero allí nunca aparecieron los personajes más resistidos e insultados en el mundo del futbol: los árbitros.
Los cotejos Técnico Universitario-Manta, Orense-Guayaquil City, Delfín-Aucas y Nueve de Octubre-Macará fueron suspendidos.
Similar ritual se repetirá con los cuatro duelos restantes, tres este domingo y otro previsto para el lunes, porque las partes no buscan solucionarlo, aunque "el diálogo nunca se haya roto, pero soluciones reales no nos plantean", aseguró Muentes.
Pedido a la Conmebol
LigaPro ofertó entregar 200.000 dólares el pasado viernes en un intento de levantar la medida de hecho, pero no surtió ese efecto.
"Lo mismo nos dijeron en julio y no cumplieron, nos adeudan desde mayo y ya no soportamos", recalcó el directivo arbitral.
La Federación Ecuatoriana de Futbol (FEF), en tanto, reaccionó con una carta a la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) en la que solicitó no considerar a los jueces tricolores para las programaciones de torneos internacionales.
Además, directivos de los 25 de los 26 clubes profesionales (se autoexcluyó el porteño Emelec) solicitaron un Congreso extraordinario para reformar el estatuto y permitir que se puedan contratar árbitros internacionales, lo cual no se faculta actualmente.
"Buscamos tener las herramientas legales necesarias para enfrentar esta crisis", expresó a la AFP el presidente del club Macará, Miller Salazar.
Agregó que "todos perdemos, la pandemia nos ha pegado a todos en estos dos años, no hay dinero de los derechos de televisión, no tenemos ingresos por taquilla, eso deberían entender los árbitros también".
Los colegiados, en un comunicado, reaccionaron diciendo que este tipo de respuestas "atentan nuestra dignidad y van en contra del derecho al trabajo".
'Impensable' suspender otra jornada
"Pedimos EL RESPALDO por parte de todos quienes hemos escogido esta digna profesión a lo largo y ancho de Sudamérica", plantean los jueces ecuatorianos que, a decir de Muentes, "tuvo respuesta positiva de varios compañeros árbitros de Sudamérica".
Salazar al respecto comentó que "tenemos que evaluar muy bien ello, no sabemos si nos va a costar más traer jueces del exterior, queremos una salida que no perjudique a nadie".
Para volver a dirigir, el gremio solicita la cancelación de una deuda que "llega aproximadamente a un millón de dólares".
En las últimas jornadas las críticas sobre varias decisiones arbitrales arreciaron, incluso el popular Barcelona de Guayaquil amenazó con dejar de participar si continuaban perjudicándolo.
"Detrás de nosotros tenemos familias que mantener, no busco excusas, pero si pudo ocurrir que la necesidad que vivimos puede causar algún tipo de distracción de algún compañero", refirió Muentes.
Al respecto, el presidente de Macará dijo "el arbitraje ha sido de muy bajo nivel, esto ocasiona algún resentimiento en los dirigentes del futbol ecuatoriano".
De la posibilidad de resolverlo en esta semana, el dirigente con más de 30 años de experiencia fue contundente "sería un suicidio suspender una semana más el futbol ecuatoriano".