Boca Juniors y River Plate rechazaron al Dibu Martínez, hoy campeón del mundo
El arquero de la Selección de Argentina probó suerte en el Xeneize y el Millonario, pero fue rechazado.
El destino le tenía guardado un hermoso capítulo consagratorio a Damián Emiliano Martínez. Para ser protagonista de esa página, tuvo que luchar contra viento y marea desde que era pequeño.
Fue a los 12 años que el Dibu, apodo que su íntimo amigo, Alejandro Muñoz, le puso en la pensión de Independiente, armó un bolsito con sus pertenencias, se despidió con un abrazo de sus padres y su hermano y, con ojos vidriosos, se puso entre ceja y ceja el objetivo de triunfar en el futbol profesional.
El Rojo, club predilecto de su padre Alberto, lo había querido fichar dos años antes. El mismísimo Ricardo Enrique Bochini, ídolo absoluto del papá de Dibu, se había contactado con las autoridades del Club Atlético San Isidro de Mar del Plata para llevárselo con apenas 10 años tras un partido disputado en La Feliz.
En ese momento, los padres de Emiliano creyeron que era muy temprano para que se independizara, por eso siguió forjándose en el CASI hasta que surgieron dos importantes pruebas.
Jorge Peta, uno de los primeros entrenadores que tuvo el arquero del seleccionado nacional en su Mar del Plata natal, solía llevar a Buenos Aires a chicos destacados de la ciudad balnearia.
Desde hacía rato había pensado en poner en una misma cancha a Emi junto a los cracks de los dos equipos más importantes del país. Fue así que las primeras pruebas formales que Emiliano Martínez realizó en clubes de la Capital Federal fueron Boca y River, no Independiente.
“Fue a Boca y River, tenía 12 añitos. Volvió medio desilusionado porque estuvo una semana haciendo pruebas, fueron eliminando chicos y él fue quedando. Pero, al final, quedó el arquero de un entrenador que era viejo del club o algo por el estilo. Él sabía que podía haber quedado, por eso estaba desilusionado”, repasó aquel episodio Beto, su papá, que sufrió a la par por el rechazo.