Vinicius Jr, del 'no se la pases a él' a ser candidato al Balón de Oro

Racismo, críticas y dudas lo han acompañado en su aún joven carrera, pero nada de ello logró frenarlo hasta convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo con 23 años.

Vinicius Jr es un futbolista fundamental tanto en el Real Madrid como en Brasil

En un pequeño cónclave antes de iniciar el segundo tiempo de un partido de Champions entre Real Madrid y el Borussia Monchengladbach en octubre de 2020, Karim Benzema y Ferland Mendy, ante la mirada atenta de Thibaut Courtois, realizaban una cruda crítica en contra del brasileño Vinicius Jr., un joven de cualidades excepcionales al que la madurez tardó en llegarle. El mismo que cuatro años después se convirtió en candidato a ganar el Balón de Oro.

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En la transmisión de la cadena RMC Sport se pudo ver cómo Benzema se acercó al defensa para decirle en francés: "Él hace lo que quiere. Hermano, no juegues con él... Madre mía. Juega contra nosotros", palabras que Vini –a unos metros– escuchó sin reaccionar, como no lo había hecho en los dos años que llevaba en el club. Una escena que hoy luce hasta surrealista e inexplicable para el futbolista más influyente en la última Champions League.


Del Flamengo al Real Madrid

Florentino Pérez, directivo que ya suma 35 títulos al frente del Real Madrid, sabía que contar con algunos de los mejores futbolistas del mundo era redituable a nivel deportivo y económico, por lo que en su vuelta a la presidencia del club merengue delineó un plan que serviría para alejarse de futbolistas “galácticos” a precios exorbitantes, y para acercar a jóvenes que pudieran convertirse en las futuras estrellas del club.

En tiempos de renovación en los que se consolidaron instituciones a base de talonario, como Manchester City o PSG, y con una Premier League más enriquecida gracias a los derechos televisivos, en Chamartín se apostó por forjar a sus propios balones de oro. Fue Juni Calafat, jefe de futbol internacional, el ingeniero que puso en marcha ese plan, del cual, entre otros, emergería Vinicius.

El ojo clínico de Calafat llevó a localizar en Brasil a Vini en 2016, entonces un jugador nacido en la empobrecida ciudad de Sao Gonçalo que formaba parte de las inferiores del Flamengo, y que hasta entonces no tenía un solo minuto en la Primera División del futbol brasileño. Con un par de misiles en las piernas ya llamaba la atención de algunas potencias europeas, lo que obligó a un extraordinario esfuerzo por él a cambio de 45 millones de euros.

Cerrado el 24 de mayo de 2017 tuvo que quedarse en su país hasta llegar a la mayoría de edad en un Flamengo en el que totalizó en dos años 70 partidos entre torneos locales e internacionales –muchos de ellos como suplente–, con 14 goles y 7 asistencias, cifras hasta cierto punto “normales”, y que tanto en España como Brasil servían para especular.

"Estamos hablando de un muchacho que tiene un gran futuro por delante, pero no podemos arrojar toda la responsabilidad sobre él", salía a defenderlo el entrenador Renaldo Rueda en noviembre de 2017 en medio de la presión mediática que exigía al muchacho ya como titular, cuando aún no había ni alcanzado un desarrollo muscular idóneo.

Sin embargo, en Madrid no hubo duda de que la elección que habían tomado era la correcta, por lo que el extremo fue presentado el 20 de julio de 2018. La intención fue que continuara con su formación en el Real Madrid Castilla, pero apenas disputó cinco partidos ahí. Julen Lopetegui, a pesar de sus dudas, lo llamó al primer equipo y lo hizo debutar en LaLiga el 28 de septiembre de 2018 ante el Atlético de Madrid.

"Vinicius me sorprendió mucho para bien. Llegó al Real Madrid muy joven, empezó entrando poco a poco en el filial con Solari y con Julen (Lopetegui) también, en el primer equipo. La mejoría que ha dado ha sido espectacular. Los que estábamos dentro no dudábamos de su juego, pero recibió muchísimas críticas cuando no estuvo acertado de cara a gol. Se habló de que no la metía y con tanta crítica en el Real Madrid no muchos jugadores se han sobrepuesto a esto. Yo le he visto (cómo lo ha pasado mal) y por eso lo elogió mucho porque ha sido capaz de levantar la situación y ahora mismo es uno de nuestros líderes", rememoró Carvajal en marzo previo a que se enfrentaran Brasil y España en un amistoso.

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Incertidumbre, Ancelotti y el racismo en la Liga

Fue difícil el desarrollo de Vinicius en España, durísimo. Así como Lopetegui dudó de él, tampoco avanzó cuando Santiago Solari fue interino (de noviembre de 2018 a marzo de 2019) ni mucho menos en los dos años de la segunda etapa de Zinedine Zidane (de marzo de 2019 a junio de 2021). “Si juega Vinícius, malo; si no juega, bueno”, se escribió en el diario Marca en marzo de 2020 en una esclarecedora frase que resumía los malos días del brasileño.

Por entonces Vini apenas tenía 20 años y su participación se centraba en ser utilizado como un revulsivo, algo que claramente no pudo lograr. Y al no hacerlo, de la mano aparecieron esas voces que empezaron a exigir su salida del club. Su forma de jugar no mejoraba, su regate era alocado y no había aprendido a frenar en el momento ideal ni definir bien cuando se exigía. Por eso la atención de todo lo malo se centró sobre él.

"Vinicius es muy bueno. Y ya era bueno cuando la gente quería echarlo del Bernabéu porque fallaba goles después de correr tanto. Pedían que lo traspasaran porque era muy malo. Al que le den el Balón de Oro será justo porque los candidatos son buenos jugadores", explicó Javier Clemente hace un par de días.

Pero llegó Carlo Ancelotti a partir de junio de 2021 para revolucionar tanto al Real Madrid como a Vinicius, a quien convirtió en un elemento brillante e influyente, como se esperaba que fuera cuando fue comprado. Con el respaldo del estratega italiano, el cual fue más allá de los campos, el sudamericano encontró la confianza que necesitaba, pero también a una mente que supiera aprovecharlo.

"Cuando llegué aquí a Vinícius lo había visto sólo por la tele y me parecía un jugador con un talento espectacular. Vi el talento y después alrededor de este talento ha sido capaz de poner muchísimas cosas, más habilidad en el desmarque y más eficacia en frente de la portería", dijo Ancelotti en una conferencia.

Aprendió en qué momento frenar, mejoró su definición y maduró de una forma fugaz, aunque al hacerlo, curiosamente, llegó una nueva forma de buscar atacarlo, ahora con detractores que rebasaron el aspecto futbolístico y se centraron en su color de piel para tratar de distraerlo. La primera vez que escuchó el grito de “mono” en un campo de futbol español fue en el Camp Nou en octubre de 2021, y de ahí continuó hasta marzo pasado, cuando sufrió “cánticos humillantes" en el campo de El Sadar, ya con él encumbrado.

Paradójicamente, esos dos años han sido el lapso en el que Vinicius se convirtió en uno de los mejores futbolistas del mundo, uno capaz de catapultar al Real Madrid a su Champions League 15 con 10 partidos disputados, en los que marcó seis goles y dio cinco asistencias, todos ellos en puntos clave. El que había sido humillado cuatro años antes ahora apunta a ser el mejor del mundo, algo que Benzema ni muchos otros imaginaron que podría lograr.


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