Alemania 2006: Los Gladiadores de Italia fueron tetracampeones

La Azzurra confirmó su jerarquía en Mundiales con un título forjado gracias a su histórica escuela en la que prioriza defender bien antes que ir a buscar el gol.

Italia ganó el Mundial de Alemania 2006 (Reuters)

Si bien sus primeros dos títulos en Copas del Mundo fueron marcados por la dictadura y cierta influencia de Benito Mussolini –especialmente en el de 1934–, nadie puede poner en entredicho la calidad de la selección de Italia, una de las grandes animadoras del certamen a lo largo de su historia y siempre acostumbrada a pelear por los primeros puestos.

Es una selección de estirpe y así lo hizo ver en Alemania 2006, en donde a pesar de no ser la gran favorita al título acabó en lo más alto del podio, en la que fue, muy seguramente, la última gran exhibición de su escuela conocida como ‘catenaccio’, en la que se prioriza defender bien antes que ir en busca de goles.


Comandada por Fabio Cannavaro, uno de los pocos defensas que puede presumir un Balón de Oro, los Gladiadores le dieron forma a una actuación insospechada que los llevó a obtener el tetracampeonato en Mundiales, cifra solo superada por Brasil (5) y solo igualada por Alemania, otra de las grandes potencias del futbol.

El camino de Italia al título

En el llamado país de la bota se vivían días convulsos dentro del balompié después que se ventilaran diversos actos de corrupción que acabaron con el descenso de la Juventus a la Segunda División, además del retiro de los campeonatos de las temporadas 2005 y 2006, aunque para fortuna de su selección ningún jugador fue afectado.

Y no fue un camino fácil al título, especialmente en sus primeros cuatro partidos, en los cuales venció 2-0 a Ghana, empató 1-1 con Estados Unidos y superó 2-0 a República Checa, mientras que en Octavos de Final apenas ganó 1-0 a Australia gracias a un polémico penalti cobrado ya en el tiempo de reposición.

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Hasta entonces pocos apostaban a ver a Italia peleando por el título, aunque ya en Cuartos de Final empezó a mostrar que las opiniones estaban equivocadas al superar con soltura y con un 3-0 a Ucrania, en partido donde empezó a reafirmar que la defensa sería su mejor arma, ya que no Gianluigi Buffon solo fue un espectador más.

Sin embargo, la actuación más sólida se daría en las Semifinales, en donde se encontró con Alemania, una selección sobre la que tiene una hegemonía histórica, pero que le complicó tanto al grado de que el partido se definió en los minutos finales de los tiempos extra.

En Dortmund y ante su gente, los alemanes se ilusionaban con una nueva corona, pero su sueño lo borrarían Grosso en el minuto 118 y Del Piero en el 121.

Ya en la Final, el rival fue Francia y sirvió para regalar uno de los partidos más memorables en todas las justas, aunque no tanto por su espectacularidad, sino por un cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Materazzi tras sufrir insultos dedicados a su familia. El héroe francés se retiraba del campo como un villano, entonces sin que se supiera el porqué de su reacción.

Tras igualar 1-1 en tiempo regular y superados los tiempos extra, Italia se coronaría en tanda de penaltis por 5-3, lo que detonó los festejos en un país hecho para competir y ganar en eso que se llama futbol.

Los campeones

Gianluigi Buffon, Cristian Zaccardo, Fabio Grosso, Danielle De Rossi, Fabio Cannavaro, Andrea Barzagli, Alessandro Del Piero, Gennaro Gattuso, Luca Toni, Francesco Totti, Alberto Gilardino, Angelo Peruzzi, Alessandro Nesta, Marco Amelia, Vincenzo Iaquinta, Mauro Camoranesi, Simone Barone, Filippo Inzaghi, Gianluca Zambrotta, Simone Perrotta, Andrea Pirlo, Massimo Oddo y Marco Materazzi. DT: Marcello Lippi.


  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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