Columna de Antonio Moreno

El uniforme de Pumas

Nunca lo he ocultado. Y seguramente algunos lectores de Medio Tiempo ya sabrán  que soy seguidor de los Pumas luego de haber cursado  la Prepa y la Licenciatura en la UNAM.

Más adelante, hice mi servicio social en el Club Universidad y me ligue por completo al equipo de Primera División para después comenzar en los medios de comunicación hace más de dos décadas.

Todo esto se los cuento porque cada año cuando se anuncia la presentación del nuevo uniforme para la temporada en turno pienso con nostalgia en la famosa playera que utilizaron desde 1975 hasta mediados de los noventas.

¿Porqué no han vuelto a las dimensiones que tenía aquel enorme puma y los números gigantes que eran clásicos del club?, resulta más que obvio que los aficionados estudiantiles lo siguen añorando.

Y entendiendo que los patrocinadores de la playera piden un espacio en el frente, ¿pero no es posible que se busque la fórmula para respetar aquellas dimensiones, esos números y exactamente esos colores que de repente también se han modificado?

Ahora la nueva camiseta tiene otro "pumita" con dimensiones similares a las últimas campañas pues el banco que los apoya y la empresa de TV por cable que invirtió quieren que su nombre sea visible. Los entiendo, pero...

También me acuerdo que el Ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez (q.e.p.d.) defendió la limpieza del uniforme hasta las últimas consecuencias a pesar de que los cañonazos eran muy atractivos cuando comenzó a cundir la moda de vender hasta el mínimo espacio.

Además les hablo de la época en que Pumas era un equipo triunfador, cantera del futbol mexicano y con ídolos como "Cabinho", Hugo, Flores, "Tuca", Aspe, Suárez, Campos, García y muchos mas.

El argumento era válido...la camiseta de la Máxima Casa de Estudios del país no podía ser como cualquier otra pues representaba a una institución educativa y los símbolos de su esencia no debían mezclarse con los intereses comerciales. De hecho hubo casi un escándalo cuando un refresco fue uno de los primeros en querer que su logotipo sustituyera al puma.... ¡Imagínense!

Y aunque estoy de acuerdo que "los tiempos han cambiado" y que además es prácticamente imposible resistirse a la tentación de las grandes ofertas que ayudan en mucho para mantener la nómina, no puedo dejar de decir que sigo extrañando aquellas playeras que por cierto se siguen vendiendo como pan caliente en sus versiones "retro" fuera del estadio y en algunas tiendas para "puma-maniacos".

Yo confieso que  tengo las mías. Unas originales y otras que he recibido como regalo (ignoro si auténticas) con los nombres grabados de Negrete (de las buenas) y otras de Luis García.

Y a pesar de tener muchos años en el periodismo y haber cubierto eventos nacionales e internacionales les digo que nunca he sido fanático de pedir camisetas, intercambiarlas o comprarlas para una colección como sé que sucede con algunos colegas, a mí la verdad eso no me enloquece. Pero... Una vez más tendré que esperar que "el nuevo" uniforme de los pumas se parezca "al viejo".

Eso si, como buen seguidor y padre de un "pumita" tendré que "entrarle con mi cuerno" y buscar desde ahora el nuevo diseño pues hay que estar a la vanguardia, pero eso no quiere decir que no siga soñando con que "algún día" me den la sorpresa, aunque esa decisión le haga perder una buena lana al club.

En fin....soñar no cuesta nada y haciendo referencia a un anuncio de TV diría que... "rentar el frente del uniforme.... un millón de dólares, vender la manga, otro millón, vender la parte del lateral del short, 600 mil dólares, ponerle un logotipo a las medias, 300 mil...pero volver a los románticos tiempos de aquellas prendas que muchos extrañamos…no tiene precio".

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