Columna de Antonio Moreno

La panza es primero

La panza es primero Es el título de un libro del famoso caricaturista "Rius". Pero, ¡vaya escándalo se armó en el medio futbolero con los kilos de más que tiene Cuauhtémoc! Y es que para empezar, todos sabemos que nunca tuvo precisamente lo que se llama "cuerpo de modelo". Así lo conocimos desde que debutó y el tema de su figura fue, es y será tan comentado que incluso él mismo se burla de eso en sus programas de televisión donde abundan chascarrillos sobre su joroba, poco cuello y falta de cintura. Así es y así se ríe y acepta sin complejos. Pero en tremenda polémica lo metió "de a gratis" el Doctor de la Selección Nacional al ventilar que regresó a la concentración "con un 10 ó 15 por ciento arriba de su peso idea"  y eso de inmediato puso a muchos a sacar cuentas y calcular que por lo menos unos 7 ó 10 kilos le sobran a nuestro famoso "10". Siendo francos ¿alguien duda que así lo hemos visto muchas veces y sin embargo con un par de meses de trabajo físico intenso le da un repaso de clase futbolística a más de dos de sus compañeros? Cuauhtémoc solo hay uno y así como en su momento se cuestionó el mismo tema de la figura "llenita" a otros como Antonio Mohamed, el "Gonzo" González, "Pastor" Lozano, Daniel Ludueña o el mismo Salvador Cabañas; el caso de Blanco no creo que sea para alarmarnos a estas alturas de su carrera. Nadie espera (creo yo) que Javier Aguirre esté pensando en él como para iniciar y terminar todos los partidos. Es obvio que por su calidad está para aprovecharlo dependiendo de las circunstancias, ya sea para comenzar o para terminarlos juegos, pero así le ha venido siendo útil al Tri y de esa forma fue factor clave al momento de rescatar la eliminatoria. Su exceso de "frutas y verduras" al menos a la vista no parece para tanto y la forma futbolística que evidentemente perdió en Veracruz, pues aunque se diga que no, las exigencias de su club en esa categoría estuvieron sujetas siempre a sus compromisos personales, hoy es cosa del pasado. El "Vasco" ya lo tiene en sus manos y no lo soltará hasta el Mundial de Sudáfrica. Y por eso Cuauhtémoc (que tiene la revancha de haberse quedado vestido y alborotado hace 4 años) seguro que está disfrutando esta última etapa de su carrera como si fuera un novato valorando la nueva oportunidad que le dio la vida. ¿Se acuerdan de su despedida con Eriksson cuando en un partido en Chiapas los compañeros seleccionados lo cargaron al final mostrando una manta deseándole suerte en su adiós?... fue hace casi dos años y aquí sigue. Yo por lo pronto soy de los que sigue disfrutando a este sensacional jugador y personaje. Pintoresco, chacotero, introvertido por momentos pero efusivo y explosivo en otros, alegre, a la defensiva, bromista, quejumbroso... al fin y al cabo Cuauhtémoc Blanco. De manera que no dudo que los kilos de más ya se están desbaratando. Y estoy convencido que a él no le debe haber caído nada bien que el tema fuera tomado por muchos tan en serio, ¡y eso que peca de sano al despedirse siempre con la famosa  recomendación de las frutas y verduras! Pero ¿se imaginan que ahora que ya también es Embajador Turístico recomendará alimentos propios de nuestra cultura y cambiará su discurso por "coman tortas y tamales" lo que no dirían de él? Genio y figura... de las canchas.
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