Limpió alfombras para poder comer, debutó en Cruz Azul y fue multicampeón con Chivas
El exjugador habló en el Podcast Capitán Financiero sobre el origen de su carrera y cómo se fue a la Ciudad de México.

Jair Pereira fue un defensor mexicano que tuvo una gran carrera en la Liga MX, donde estuvo en clubes importantes como Cruz Azul y Chivas, pero su vida no siempre estuvo llena de lujos y dinero, por ello recordó en Capitán Financiero como fueron sus inicios y dónde tuvo que trabajar durante las madrugadas para poder comer y tener un lugar donde vivir.
Pereira se crió en Irapuato, aunque nació en Morelos y nunca tuvo una vida económicamente estable, pero tenía el sueño de jugar profesionalmente y por ello fue a probarse en Chivas y Cruz Azul, aunque en un principio lo rechazaron.
Finalmente tuvo la oportunidad en Atlante, pero no tenía un sueldo y para poder tener dinero para comer, tuvo que trabajar durante las madrugadas limpiando alfombras para sacar 150 pesos para la comida y rentar un lugar donde vivir.
“No fue una carrera fácil, fue una seguidilla de rechazos, que de repente no encajaba porque no había tenido una formación, me formé en la calle, jugando con los amigos, no había podido estar en una escuela de futbol, de aprender cuestiones más tácticas. Mi carrera fue más de talachearle, me dijeron muchas veces que no, pero yo era terco. El inicio de mi carrera fue de trabajo, trabajo en el futbol y trabajo de llevar alimento a la boca, porque de chico no había recursos ni un respaldo financiero, así que tenía que trabajar.
“Tuve muchos trabajos, desde vender quesos a los 7 años, hasta los 13, 14 años que tenía un puesto de raspados en Irapuato. Cuando me voy a probar a Ciudad de México no había casa club para mí. Después de que me rechazaron en Chivas y Cruz Azul, me voy a probar a Atlante y es el primer equipo que me da la chance, pero sin salario y empiezo a trabajar lavando alfombras, entraba a las 12 de la noche y salía a las 6:30 de la mañana y eran salario de 150 pesos la noche que me daba para mis comidas, para tener un lugar donde quedarme y fueron dos años bastantes complicados”.
Pereira sabía que no podía regresar a Irapuato con su papá sin cumplir el sueño de llegar a Primera División, especialmente porque su papá tenía la mentalidad de que tenía que estudiar para salir adelante y sorpresivamente le dio permiso de ir a probar suerte en el futbol.
“Es no bajar los brazos, no quería regresar a Irapuato. Mi papá siempre era muy rígido en su forma de pensar, de que era el estudio y cuando él me dio este permiso de irme a la Ciudad de México, le dije que no le iba a fallar y no tenía otra opción. Fueron momentos duros, le busqué, a fuerzas tenía que agarrar trabajo en las noches, y era cansado, pero cuando quieres trascender, lo tenía muy claro y lo hacía con gusto, la satisfacción era llegar a las 9 de la mañana y poder entrenar, ese era mi premio a este trabajo, después vinieron cosas mejores”.
Pero esas experiencias lo ayudaron a sobresalir y tener el hambre suficiente para aguantar y pagar el precio de cumplir su sueño, y fue hasta que lo subieron a Cruz Azul Hidalgo cuando comenzó a ver la luz al tener su primer sueldo.
“De los 15 a los 17 años, sí viví una parte que me ayudó mucho, saber que las cosas tienen un costo y cuándo quieres cumplir un sueño, muchas veces tienes que pagar el precio. Eso aprendí, el valor de las cosas, el valor de trabajar. Así empieza la carrera de Jair, hasta que llega mi primer salario, que fue en Cruz Azul, la primera vez que me pagaban por jugar futbol”.
“Cuando gano por primera vez a los 18 años, mi primera salario era bajo, era el salario mínimo, como cuatro mil pesos, pero Cruz Azul te apoyaba con el tema de comidas y eso te alivianaba un poco y ya empezaba a ver la luz”.
Editorial Mediotiempo es el equipo responsable de generar contenido informativo breve, relevante y oportuno en mediotiempo.com, manteniendo a los usuarios actualizados con notas concisas y al momento.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.