Taylor McQuillin, la mexicana que pese a ser ciega y sorda está en Tokio 2020 en Softbol
Nacida en Estados Unidos, pero con raíces mexicanas, Taylor McQuillin jugó con México en el debut ante Canadá en el Softbol pese a su discapacidad visual.
Es cierto que México debutó con derrota en el Softbol de Tokio 2020 en la primera actividad oficial de la delegación en estos Juegos Olímpicos, pero la verdadera historia fue protagonizada por una de las jugadoras del equipo nacional. Se trata de Taylor McQuillin, quien pese a ser ciega, sorda y sufrir un problema cerebral subió al montículo contra Canadá.
Pitcher zurda que a nivel universitario jugó para la Universidad de Arizona, de la que se graduó siendo séptima histórica en victorias, novena en ponches y décima en innings lanzados, la nacida en California pero de sangre mexicana estuvo 1.2 entradas en el primer juego de la historia para las Tricolores en el Softbol Olímpico.
La historia de Taylor McQuillin y cómo perdió la vista
Catalogada como una de las mejores lanzadoras de su generación a nivel universitario en Estados Unidos, McQuillin supo sobreponerse a una enfermedad de nacimiento llamada Síndrome de Duane que mermó algunos de sus sentidos.
Producto del padecimiento perdió la vista del ojo izquierdo y tiene sordera del 75% del mismo lado; antes de los seis años ya se había sometido a cuatro cirugías oculares y tres auditivas que no pudieron detener el daño.
"Como nací con ello no lo veo como un déficit o incapacidad, es mi rutina normal en el día a día, aprendí a vivir sin visión y prácticamente sin audición. Antes me apenaba hablarlo, pero no más", declaró McQuillin en una entrevista para el sitio MaxPreps en 2014.
Por si eso fuera poco, previo a los Juegos de Tokio 2020 sufrió de un percance cerebral, pero eso tampoco le detuvo en la persecución del sueño que concretó la madrugada de este miércoles ponchando a dos bateadoras e inscribiendo su nombre en el plantel mexicano que por primera vez jugó Softbol en unos JJ.OO.
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