‘Debuté porque faltaba un luchador’; Stuka Jr., ejemplo de perseverancia y disciplina
El lagunero, de estirpe luchística, cuenta que justo cuando había decidido tirar la toalla, le avisaron que debutaría en el CMLL.
Capítulos irreverentes, irracionales, pero Stuka Jr., tal vez por ese pensamiento que se tiene en La Comarca Lagunera, de que “en el barrio decían que el que no es luchador, es músico, porque hay muchos que son reconocidos y van a triunfar a Estados Unidos”, fue que decidió seguir la corriente, aunque obviamente apegado a un gusto y amor por este deporte tan tradicional en México.
Y es que la historia del llamado Misil Humano, desde esos amaneceres en los que tuvo que sudar la gota gorda, literal, y pasar varias pruebas para poder portar el personaje, escribió algunos capítulos que igual le hicieron entender que de pronto hay que eludir los obstáculos que se van presentando para llegar a la meta.
En una velada luchística, tal como pasó cuando se dio su estreno con el nombre que porta hasta el día de hoy, tuvo que sufrir una modificación, porque asegura que le pasó como al Celta de Vigo cuando vino a jugar a CU ante Pumas, y que sus ropas nada más nunca se aparecieron en el Estadio Olímpico Universitario México 68, o más bien ya bastante tarde.
“Cuando empecé con el nombre de Stuka Jr., mi hermano, Joel García, no me permitía todavía estar en un cuadrilátero, porque no tenía las suficientes capacidades, pero una vez faltaba un luchador y me dijeron si quería luchar, y dije que sí, pero que no se dieran cuenta ni mis hermanos ni nadie, se dio cuenta Joel y fue y me dijo: ‘ponte la máscara de Stuka Jr., ahí está mi equipo, mis botas’, y desde esa vez me convertí en este luchador.
“Empecé con este personaje y hasta la fecha lo mantengo, siempre he sido el mismo; sólo en una ocasión, en la Monumental de Monterrey, ahí usé otro equipo, porque no llegaron mis mallas, mi máscara y entre los compañeros me ayudaron con ropa y tuve que usar otro nombre, que ni me acuerdo cuál era”, agrega.
Siguiendo la tradición…
El gladiador norteño, aunque no era lo que querían sus viejos para él, se decidió a seguir los pasos de la estirpe, y ahora la goza como nadie, a pesar de todo, porque asegura que sí llegó a sufrirla, porque además en los inicios el dinero puede ser muy escaso.
“Mi hermano mayor empezó, era el Oso Negro, que en paz descanse, junto con Espanto Jr., que antes era el Moro Primero, hicieron sus pininos en Gómez Palacio, Durango, siguieron los demás, soy el más pequeño de la familia, me llamó mucho la atención, porque yo crecí en las Arenas y comencé a entrenar en el Gimnasio Ranchero, debuté en la Olímpico Laguna, pasé a Torreón a la Plaza de Toros, todo el norte, Monterrey y ahí me invitan a pertenecer al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
“Mis padres me lo dijeron que me dedicara más al estudio, pero a mí me gustó, desde chiquito estaba en un ring, pero cuando empecé a entrenar, ya no me gustaba tanto, porque sí eran unas tremendas friegas y pues al final me decidí, y cuando tuve mi debut, no recibí una garantía alta, pero aquí sigo, me gustaron los aplausos y encabezar carteleras”, asevera.
Pudo renunciar al CMLL
Su llegada a la capital, acompañado de su familia, en donde se dice, es la meca del pancracio nacional, para ser parte del CMLL, presentó ese rato de hastío, sobre todo porque no veía que se acercara aquel instante de pisar uno de los escenarios icónicos de la Seria y Estable, pero lanza que cuando estuvo a punto de tirar la toalla, le llegó la llamada más esperada desde que entendió y se decidió a ser luchador.
“Llegó el momento en que estaba aquí, entrenando, entrenando, muy duro, y no veía una oportunidad, y pues yo me dije, ‘qué estoy haciendo aquí, mejor me voy’, y cuando dije eso, a la siguiente semana tuve mi debut en la Arena Coliseo de la Ciudad de México, y pues fue espectacular debutar en un lugar que tiene tanta tradición y mucha historia”, finaliza en entrevista para Sin Máscaras.
¿Qué es Sin Máscaras?
Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación azteca.
La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito, pues la idea es que veas una charla amable, pero además reveladora.
Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición, el periódico deportivo por excelencia, y mediotiempo, la multiplataforma deportiva.
Sin Máscaras | Pequeño Pierroth