El Perro Aguayo murió de tristeza: Khan del Mal

El luchador, vocero de los Perros del Mal, recordó las andanzas con el Perro Aguayo y lo mucho que lo afectó la pérdida de su hijo hace ocho años.

El Perro Aguayo era muy cercano a su hijo.

Pedro Aguayo padre dejó de existir el miércoles 3 de julio en Tala, Jalisco, pero la mayor parte de la vida del Can de Nochistlán se fue el 21 de marzo del 2015, cuando su hijo, Pedro Jr falleció en una función de lucha libre en Tijuana, Baja California.

Muy consternado todavía por la pérdida del exluchador de 73 años de edad, Khan del Mal, vocero del grupo Perros del Mal y una persona muy allegada a la familia Aguayo confesó la tristeza que ostentaba el Can de Nochistlán, Zacatecas desde que falleció su hijo Pedro, lo que poco a poco fue acabando también con su vida.

“De hecho, nunca se sobrepuso a la muerte de Pedro; en su funeral fue su última aparición pública, de ahí y no quiso dar ninguna entrevista, no quiso salir a prensa, se agradeció siempre todos los homenajes que le quisieron dar en vida, pero realmente con Pedro se fue una gran parte de su vida y tenía mucha tristeza, realmente se puede decir que se fue de tristeza”.

Aguayo Damián falleció oficialmente por un infarto y fue velado en Guadalajara donde llegaron varios excompañeros, familiares y amigos a darle el último adiós.

“Se hablaba de lucha y cambiaba la plática o simplemente no se tocaba el tema, porque ya sabíamos que era un tema que no, a pesar de que fue su vida, su gran pasión, pues su más grande pasión le quitó a uno de sus más grandes amores que fue su hijo, ya no quiso estar en el lado público, le costó mucho trabajo y ahora ya se reúne con su hijo”..

El Khan, quien se maneja como sobrino del Perro Aguayo recordó algunas de las anécdotas que vivió al lado del ahora extinto luchador

Una de ellas fue cuando perdió la cabellera en el 2001 contra Universo 2000, quien le ganó gracias a una llave prohibida “El Martinete”.

“Son muchas anécdotas, pero creo yo que la más importante, o la que más me marcó fue cuando tuvo su lucha de máscara contra cabellera contra el ya fallecido también Universo 2000, ya que cuando le hicieron el martinete yo iba con él en la ambulancia deteniéndole la cabeza, y me iba diciendo palabras por si no salía, despidiéndose de su familia y son cosas que dice uno ‘no, va a pasar esto’ y ahora llegan estos recuerdos a mi mente, de lo que me platicaba, me decía y hay miles de anécdotas”, recordó.

También cada viaje a Japón, Aguayo Damián traía recuerdos de forma equitativa y así le regalaba a su hijo Pedro como al Khan del Mal.

Cuando salía para Japón que siempre traía un recuerdito, uno como niño tenía cosas que no había aquí en ese entonces y si a Pedrito le traía una cosa a mí también, fue un ser humano extraordinario, un extraordinario padre, esposo, hijo”.

El Perro Aguayo debutó en la lucha libre en 1970 y su apodo nació por un error del presentador, quien en lugar de anunciarlo como Pedro Aguayo, lo hizo como fue conocido en el mundo del encordado.

“Ya es un ícono de nuestra cultura de nuestra lucha libre, recordemos que la lucha libre es ya un patrimonio de México y obviamente don Pedro El Perro Aguayo tuvo mucho que ver en nuestra lucha libre, es de los últimos o el último luchador legendario, le faltó al respeto a gente como Rayo de Jalisco, El Solitario, el mismo Santo, pues la gente lo hizo a pesar de ser rudo, el rudo más querido, siendo rudo lo quería mucho la gente y lo sigue queriendo hasta hoy su última morada”.

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