‘Hubo luchadores que quisieron tocarme’; Black Fury acusa machismo de compañeros

La esteta comparte que para trascender en la lucha libre hay que tener padrino o quedar bien con algunos promotores para que te programen.

Black Fury, en Sin Máscaras | César Cerón

De hombres y para hombres. Hasta hace algunos años la lucha libre parecía estar estigmatizada como un deporte sólo para el llamado sexo fuerte, y tal vez las pioneras luchadoras pudieron de alguna manera allanar el camino, destrabar una puerta que parecía estar atada a un candado.

Y, aunque en la actualidad tampoco es que se haya abierto de par en par, al menos ahora las féminas se han convertido en una pieza angular para darle variedad al espectáculo, de ahí que son recurrentes en los carteles para las veladas dispuestas en casi todos los escenarios dedicados al pancracio.

Pero precisamente, de entre esos episodios que pudieron rayar en una mentalidad troglodita, caduca, están los que relata en entrevista para Sin Máscaras Black Fury; por ejemplo, cuando le tocó entrenar o enfrentar a hombres en sus inicios y éstos decidieron propasarse y rebasar los límites.

“Me tocó vivir muchas malas experiencias desde mis inicios, recuerdo que hubo luchadores que me golpearon con toda la intención del mundo de lastimarme, de fracturarme un pie o un brazo, afortunadamente siempre me acompañaba mi padre a los eventos.


“Me llegó a tocar también enfrentar a luchadores que querían tocarme; ésta es una disciplina de contacto, existe que, en algún movimiento, tal vez llegue a haber un toque o un roce, pero a mí me llegó a pasar que sí, definitivamente, me agarraron como para querer tocarme y de una mala manera también; me llegó a pasar que me decían, 'si no haces esto o eso, no te vamos a dar la oportunidad, tienes que cooperar conmigo para que se te dé la oportunidad en tu carrera'”.

Una batalla incesante

Con los que se encargan de organizar funciones, está también el favor con favor, asegura Fury, pues lanza que algunas veces, por esa decisión que tomó de sólo enfocarse en lo luchístico y deportivo, ello le pudo complicar su evolución, pues entonces las oportunidades comenzaron a escasear, y porque tampoco tenía ese respaldo de una familia encaminada en el pancracio.

“Lo más pesado para mí ha sido sobrellevar el ambiente internamente que existe; la verdad es que es algo que se sabe muchísimo, en este deporte cuesta colocarse, si no vienes de familia luchística, si no estás como apadrinada o algo así, la verdad es que para mí ha sido muy duro ese tipo de momentos en los que he intentado llegar a alguna meta o a alguna empresa importante, y de repente no se logre, ha sido para mí muy complicado cómo sobrellevar ese tema, de querer llegar, y que después me digan que no, porque no eres hija de, o viene la novia de, el familiar de, y tienes que esperarte un poco.


“También los promotores son muy de querer ser tus amigos; ‘haber, si no vas a ir conmigo a divertirte antes del evento, entonces no vienes, o sabes qué, sí te contrato y sí quiero que vengas a luchar, pero necesito que vengas dos días antes, porque pues acá vamos a cotorrear, habrá esto, habrá lo otro, y cuando les dices que no te interesa para nada el cotorreo, te empiezan a cerrar las puertas.


“Pero siempre me mantuve firme en mis pensamientos, en lo que yo creo y, aunque ha sido más difícil para mí el poder trascender, me siento orgullosa de lo que he logrado, porque lo mucho o poco, ha sido gracias a mi esfuerzo”, asevera.

Las buenas y las malas

Tiffany, a quien siempre admiró desde pequeña, Rossy Moreno y Lady Apache, fueron puntales en su carrera y aun en la actualidad la arengan a no tirar la tapa, pero igual comparte que cuando comenzó en esto de los costalazos, le tocó sufrir con el desdén y encaje de algunas gladiadoras, como la que le negó el saludo y luego le propinó una paliza ya luchando, aunque después, en una sesión en que se cruzaron, se olvidó del respeto y la puso en su lugar.

“Yo admiraba a muchas luchadoras, antes de debutar admiraba a mucha gente, pero la verdad cuando las conocí tuve muchas decepciones con ídolos que había creado en mí en mi cabeza, que ya en persona no eran lo que había imaginado, y también fue un golpe duro para esa niña que tenía muchos sueños”.


Llegar al CMLL o AAA, su asignatura

Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), Lucha Libre AAA Worldwide, tan cerca y tan lejos para Black en estos años de hacer su luchita, pero acepta que ser parte de alguna de estas compañías se mantiene en su lista de objetivos, porque al final, ya dentro de todo este mundo, la intención es seguir trascendiendo y probar de qué se trata.

“Es un sueño que muchas luchadoras tenemos en el terreno independiente, algunas ya tuvieron la oportunidad de alguna forma, ya llegaron, ya lo vivieron, ya estuvieron ahí y decidieron después salir; la verdad que sí, he tenido mucho acercamiento para poder estar en cualquiera de las dos empresas más importantes de México, lamentablemente por ‘X’ o ‘Y’, o por cuestiones ajenas a mí, no he podido colocarme, pero sí espero en algún momento poder hacerlo”, finaliza.

Black Fury | Sin Máscaras

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.


  • Rodrigo Mojica
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