Lucha Libre

Leo Riaño, la voz de la lucha libre: ‘Lloré cuando desenmascararon a Konan’ | VIDEO

El cronista y conductor de TUDN cuenta para Sin Máscaras su historia, y el legado que le dejó su tío, el Dr. Alfonso Morales.

Sin Máscaras: Leo Riaño, la voz de la lucha libre; sobrino del Dr. Morales
Leo Riaño, con que KeMonito | César Cerón
Leo Riaño, con que KeMonito | César Cerón
Rodrigo Mojica
Ciudad de México

Desde niño, en esos amaneceres, conoció las entrañas de la lucha libre, y ya de más grande, cuando tuvo que decidirse por una carrera profesional, se introdujo aún más en este mundo lleno de misticismo y espectacularidad.

Leonardo Riaño, una de las voces más conocidas en el deporte de los costalazos, pues es uno de los narradores de TUDN, desempolva el baúl de sus recuerdos, y en charla amena con Sin Máscaras comparte un poco de lo que ha sido su trayecto como parte del pancracio nacional.

Sin tapas, ni caretas, el también americanista de cepa, cuenta que desde muy pequeño pudo ser parte de una disciplina tan arraigada en México, porque además el Dr. Alfonso Morales, su tío, lo adoptó como hijo, y siempre tuvo la opción de acompañarlo a todos lados.

Con apenas cinco, el también conductor de programas deportivos pudo adentrarse a la intimidad de lo que es esta actividad, y entonces la pasión le fue aflorando, porque además pudo ser cercano a los protagonistas, a quienes incluso adoptó como sus ídolos, porque igual pudo conocer a las personas.

“Desde muy pequeño, era el clásico niño que fue creciendo con personajes como Atlantis, Superastro, Máscara Sagrada, y lo padre de la lucha libre es que es todo lo contrario a los héroes de Norteamérica, de Marvel, los héroes mexicanos son de carne y hueso, entonces está padrísimo, empecé a ir por mi tío, el doctor Alfonso Morales, fue él quien me llevaba a la Arena México, a la Coliseo, tenía el placer no sólo de acompañarlo, sino también de pasar a los camerinos, conocer a los luchadores, entonces ahí la verdad me encantó, mi pasión fue desde muy pequeño.
“Conocer al Vampiro Canadiense, a Konan, compartir comidas con ellos, porque aparte eran muy amigos de mi tío, algunos iban a casa de mi abuelita y comíamos, hasta pasamos Navidades con Superastro, con el Baby Face, y desde muy pequeño esa pasión me llegó”.

Incluso, recuerda que se volvió tan fan de toda esta parafernalia, que cuando perdió la tapa Carlos Santiago Espada ante Pedro Aguayo Damián, rompió en llanto, aunque luego pudo serenarse, cuando recibió un regalo por demás preciado y único.

“Me acuerdo perfecto de anécdotas en la México, la Coliseo, me tocó ir a la Pista Arena Revolución, me acuerdo una vez que fuimos juntos a esta última, mi tío, Superastro y yo, en una calle estacionamos el coche, y al llegar a la Arena, de hecho ahora es una gasolinera, y antes de llegar Superastro se puso la máscara, y yo me quedé así, ‘no puedo creer que es luchador’, y mi tío dijo, ‘osito, tú no digas nada’, y entonces yo sí me quedé anonadado, entonces fue para mí un shock, porque ahí me daba cuenta que Superastro era el hombre que yo conocí en reuniones sin máscara.
“Otra anécdota que tuve y que recuerdo perfecto como si fuera ayer, fue cuando pierde la máscara Konan con el Perro Aguayo, fue una entrada impresionante, mi ídolo, me acuerdo perfecto, un tipo fortísimo, enmascarado, cubano, que siempre llegaba acompañado de su esposa Vicky Palacios, que en paz descanse, guapísima, y pierde la máscara; híjole, yo lloraba, me sentía súper triste y me dice mi tío, ‘quieres conocerlo’, y aunque estaba muy triste me lleva a los vestidores, llega con él, ya sin máscara, y me pregunta, ‘¿tú eres Leonardo?’, y me regaló una de sus capuchas, y yo así como de ‘guau’, me quedé sin palabras, y ya después de muchos años, lo llevamos a un programa que se llamaba Sólo de Futbol, en el que empecé mis pininos en Televisa, y me dice, ‘tú eres el sobrino de Morales, me acuerdo perfecto de ti, porque yo te regalé una máscara, sólo regalé dos máscaras en mi vida, y una fue a ti”.

¿Por qué pasó de actor a cronista y conductor deportivo?

Leo, un tipo que parecía destinado al show, dirían por ahí, pues además sus padres son periodistas y se dedicaban a los espectáculos, de entrada, quería ser actor, galán de telenovelas, incluso estudió algunos meses; sin embargo, cuando conoció de qué se trataba, y respecto a la preparación, decidió dar un paso al costado.

Aun cuando pudo hacer algunos papeles en varias emisiones de la empresa, al final se decantó por seguir los pasos de quien considera es su maestro precisamente, Alfonso Morales.

Mi tío es mi mayor ejemplo en la vida, bueno mi padre al cual amo y adoro, falleció en 2006, y mi tío pues fue como un segundo padre para mí, pero de toda la vida y no desde la muerte de mi papá. Siempre mi tío estuvo atento a lo que pasaba conmigo, él no tenía hijos, yo le preguntaba, ‘oye Poncho por qué no tienes hijos’, y me respondía, ‘contigo basta’, siempre me arropó, siempre me cuidó, y cuando yo estoy viendo a qué me voy a dedicar, bueno, primero tenía una enorme admiración por él.
“Aunque se escuche medio banal, pero es la neta, yo lo que quería era salir en la televisión, de la forma en la que fuera, y me gustaba mucho la actuación, en secundaria actuaba, que en la obra musical, que Vaselina, y así en la preparatoria también cuando acabo la prepa, mi papá era director de espectáculos del periódico el Sol de México, y mi mamá de sociales, entonces ellos se la vivían en el show business.
“Dicen muchas personas que ya estaba destinado como para estar en los medios de comunicación, yo la neta no sé, pero pues siempre las cosas se dieron así, entonces yo le dije a mi papá, ‘quiero estudiar actuación’, me pidió que aguantara porque conocían como es el medio, me pidió que estudiara una carrera, porque era un medio muy competido, complicado, es difícil, y en quinto semestre de Comunicación, en la Ibero, vi un comercial del CEA, del Centro de Educación Artística, quería ser actor, mando mi solicitud, continuo el proceso, pasé un filtro, pase otro, hasta que me quedo, pero me doy cuenta que era muchísima disciplina, la verdad mis respetos para los que estudian en el CEA, era una disciplina como militarizada, impresionante, aparte de que llevabas clases no sólo de actuación, sino también llevabas danza, ballet, supe que no era lo mío, por lo menos de esa forma no”.

Y fue luego de pensársela bien, que decidió modificar algunas líneas de su relato, pues regresó para terminar la universidad, y ya luego probó en el medio deportivo, comenzando desde abajo, incluso en una compañía pequeña.

“Me fui desencantando de la actuación, me salí del CEA, empecé a actuar en papelitos chiquitos, en Alborada, cosas así, Mujer Casos de la Vida Real, Como dice el Dicho, de drogadicto, que de gay, llevaba como ocho meses actuando, y le digo a mi tío, oye, y si me enseñas a narrar lucha libre, yo veo que traes ahí a un chalán, que lo llevas luego a narrar a los eventos privados, y me dijo: ‘Si eso es lo que quieres, va’, yo feliz me regreso a la Ibero a acabarla.
“Iba a su departamento y me ponía videos, en beta, ‘a ver, empieza narrar’, empezaba narrar y me decía ‘no, necesito emociones y tu pasión, venga, tranquilo’, ‘yo no voy a narrar como tú’, y me pedía ver la lucha libre, en general deportes, y si no le obedecía se enojaba, y casi me corría, entonces hasta que yo entendí que había que meterle emoción, que había que meterle pasión, porque nosotros somos la parte intermedia entre el luchador que se está jugando la vida y el público, entonces tenía que transmitir esa emoción que está pasando el luchador; muchas personas, muchos compañeros, en la soberbia total, dicen que nosotros somos parte fundamental del show, y eso no es cierto, nosotros simplemente somos la parte intermedia, y que nos toca a lo mejor aderezar un poco, pero realmente los que son los actores principales son los luchadores”.

¿Cómo define su estilo Leo Riaño?

Riaño, un tipo que se caracteriza por su inventiva y muchas veces irreverencia frente al micrófono, habla acerca del estilo que fue creando como muy personal, y siempre siguiendo las tablas de su tío.

“Es eso el crear un estilo, es importantísimo y siempre van a existir las comparaciones, pero hay momentos en los que tienes que zafarte de esa corriente, de ese estilo para tú crear y formar el tuyo; mi papá, que era periodista, era un tipo muy creativo, un tipo muy bohemio, muy inteligente, y cuando mi tío, muchos años después de narrar en Canal 11, le dan la oportunidad de entrar Televisa, y dice ‘oye Mario, estoy contento porque ya voy entrar a narrar boxeo a Televisa’.
“Le comentó que lo haría normal, ‘como lo vengo haciendo’ y le dice, ‘no Alfonso, tienes que crear un estilo y ser diferente, tú vas a narrar junto con Toño Andere, con el Mago Septién, con (Jorge) “Sony” Alarcón, que son las máximas figuras de la narración, tú tienes que llegar y hacer las cosas de forma diferente’, entonces entre los dos crearon un lenguaje que fue las bases de su estilo, como ‘no pierda de vista la mano derecha en forma de gancho’, frases como por la ‘vía del cloroformo’, en lugar de llamarle nocaut, en lugar de decir el réferi, como todo mundo, él le decía el tercero sobre la superficie, ese tipo de cosas, entonces yo traía la escuela de mi papá en cuanto a la imaginativa, en cuanto a la creación, y todo eso, y también pues la escuela de mi tío con energía, ritmo, pasión, entonces también empecé a sacar mis frases, me acuerdo cuando me dicen, vas empezar a narrar en AyM Sports, la lucha libre de la Arena Naucalpan, dije, ‘pues tengo que crear un estilo’, y empecé a ver, por ejemplo, qué es lo que vuela, las gaviotas, las águilas, los aviones, pues los aviones, y qué pasa, cómo despegan, cómo aterriza, le piden permiso a la torre de control, y creo mis frases”.

¿Y lo intentaría como actor en otra vida?

Sin tapujos, frontal, lanza que definitivamente la actuación no es para él, porque todo el trabajo que se necesita para formarse como un buen actor, no es parte de sus condiciones, pero en caso de volver a nacer, ya sabe que le gustaría hacer, y combinarlo con la televisión como conductor o narrador, otra vez, porque le agarró en verdad el gusto a su profesión.

Sería golfista, la verdad si me pones escoger, a ese chavito le hubiese encantado ser golfista, conocí el golf justo en el 2006 o 2005, y es algo que me encanta, ya no me da la carrera, pero sí me encanta jugar golf, me divierto muchísimo, en primer lugar ser golfista, además duran más que los jugadores de futbol soccer, basquetbolistas, boxeadores, transmitir, seguir narrando y conducir es algo que me encanta y espero hacerlo hasta los 50 o 55 años, porque también quiero retirarme joven, quiero retirarme en buen momento y disfrutar también, porque ahorita pues estás con los horarios, todavía tienes jefes que te dan hasta cinco llamados en un día, tienes cuatro llamados, dos, también quiero descansar”.

En la siguiente entrega Leo revela el mito de si su tío llegó a encarnar a Tinieblas.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza de mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México

Sin Máscaras | Estrella Divina



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