Entrenador del Canelo en su niñez revela: ‘Era muy bravo y se surtió a un judoca y a un luchador’
Rafa Guzmán, quien fue parte de la formación de Saúl Álvarez, compartió que no se dejaba de nadie y siempre tuvo la convicción de ser campeón.
Aquellas primeras placas, convincentes por sí solas, porque además las sensaciones, desde muy temprano, apuntaban a un chico con hambre de todo, fueron valederas según los que iniciaron en el camino del niño güerito pelirrojo pecosito, ese que había puesto su mira en lo más alto.
Santos Saúl Álvarez Barragán, el chavito de 14 años que rompía con la media de los chicos de su edad, justo cuando empezó a dar visos de que era talentoso con los puños, fue llevado por su hermano Rigoberto, El Español, para que lo observaran en el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo de Jalisco (Code), y fue ahí donde conoció a uno de los personajes que pudo ayudarle en su formación y perfeccionamiento de la técnica: Rafael Guzmán.
Y es el propio Rafa, quien en entrevista con mediotiempo dice que, de primera mano, y cuando lo analizó arriba del entarimado, pudo verle cualidades natas, extrañas para un jovencito boxeador.
“Enseguida le vi fortaleza y bravura, tiraba golpes al por mayor, solamente tuvimos que trabajarlo en la técnica, en los golpes rectos, en los pasos planos, entonces pensamos que podía hacer muchas cosas. Tenía ese gusto por el boxeo, no le sacaba, tenía agallas, además muy disciplinado, venía desde Juanacatlán, es una hora a Guadalajara. Unas ganas de querer ser”.
Canelo Álvarez y sus peleas callejeras de niño
Incluso, y ya siendo parte de la institución, el profe comparte que, por lo mismo que Canelo era muy serio y dedicado, prefería mantenerse al margen de ser malora o llevado con los demás, aunque no por eso se dejaba intimidar, y ello derivó en que tuviera pleitos con algunos otros deportistas que de pronto estaban concentrados a la par de él, y lo molestaban diciéndole ‘pinche pecas’, o ‘pinche pecoso’.
“Siempre fue un muchachito muy disciplinado, muy callado, no se llevaba, muy respetuoso; de hecho, tuvo dos problemitas en el Code, porque no se dejaba, se peleó una vez con un judoca, y por poco y lo corren, hablamos con él, posteriormente se peleó por uno de sus compañeros del boxeo, y se surtió a un luchador, se lo bailó, pero tuvimos que interceder para que no nos lo corrieran.
“Por su fortaleza y bravura era atractivo, y la gente lo empezaba a buscar, ‘ya va a pelear el pecosito, el pelirrojo’, porque aún no lo conocían como Canelo; de hecho, otro entrenador cubano que estaba trabajando en Cancún, Osvaldo Carrasco, él le puso el Pintico, y también le ganó a uno de sus pupilos”.
¿Cómo llegó Canelo al Code?
Guzmán, quien ha sido uno de los principales defensores de Saúl, porque además lo conoce desde las entrañas, pues llegó a tenerlo a su cargo hasta un mes en campamento de preparación, cuenta acerca de cómo es que llegó para convertirse en uno de sus alumnos, y en uno de los representantes estatales.
“Canelo cuando llegó a Code, lo trajo su hermano Rigoberto Álvarez, El Español, lo llevaba a un lado y a otro para estarlo fogueando, y lo trajo después de llevarlo a pelear con Julio Cardona; había un réferi ahí, que se llamaba Tomás Mendoza, y él fue el que dijo: ‘hay un chavito, pelirrojo, güero, pecosito, muy fuerte y bien valiente, bueno’; ya posteriormente vino Rigo a Code de Jalisco”.
Le ganó al Campeón
Con la fama de niño entrón, Álvarez recibió la opción de mostrarse ante uno de los mejores prospectos, y un par de reyertas le abrieron la puerta para obtener un lugar en el equipo jalisciense.
“Lo trajo a los estatales, para ese tiempo ya todos los chavos habían hecho su inscripción y papeleo, y en ese momento quedó Campeón, en peso 57 o 70 kilogramos, no recuerdo bien, en categoría infantil: 12-13 años, Juan Mendoza, yo le puse El Tariacuri; hablaron con el ingeniero Natividad Valenzuela Rea, que era el presidente de la Asociación de Boxeadores del Estado de Jalisco, y preguntó si le daban la oportunidad a Saúl, y Rigo comentó: ‘yo sólo quiero que lo vean’.
“Lo subimos con el que había quedado Campeón (Mendoza), y le pegó el Canelo; se hizo otra junta, se le dio otra oportunidad, y volvieron a pelear, una semana después, y otra vez ganó Saúl, quedó como clasificado, y trajo su documentación y todo, y fue el representante de Jalisco en la categoría 57 kg infantil para ir a la etapa regional, en esa ocasión fue en Tepic, Nayarit, gana y queda Campeón, listo para las Olimpiadas Juveniles, en aquel tiempo, ahora son los Juegos Nacionales”.
Lloró en la derrota
Rigo contó que, cuando le dio los primeros guantes a su hermano pequeño, éste, luego de organizar unos tiritos, rompió en llanto, pues otro de la pandilla lo tundió, y porque además siempre se exigió al máximo.
Y en ese sentido, Guzmán comenta que, cuando le tocó contender por su tierra, y luego de un fallo que rayó en lo injusto e irrisorio, su muchacho lloró fuerte la derrota, aunque jamás titubeó respecto a sus sueños de triunfar en el deporte de los puños.
“Le tocó representar al estado en el Nacional de Culiacán, Sinaloa, en 2004; en aquel tiempo había que pelear tres o cuatro veces para llevarse el título, iban como 16 estados; Canelo ganó y fue a la Final, el profesor Antonio Crespo, un cubano, el profesor Daniel Guzmán, y tu servidor, estábamos en la esquina con la convicción de que habíamos ganado, y con la sorpresa de que no, y el niño se soltó en llanto, y nos tocó hacer labor de convencimiento, de tranquilizarlo.
“Lloró como cualquier niño desilusionado, pero su mirada se notaba como retadora, una mirada que recuerdo bien, era como de mucho orgullo, una mirada profunda; y cuando se habló con él, dijo: ‘no profe, yo voy a ser campeón el año que entra, va a ver si no, y le voy a echar todos los kilos’; y por eso fue que, al ver su fortaleza, lo pusimos con los juveniles”.
‘Hablan por desconocimiento’
Finalmente, y ante las voces que desacreditan al Campeón indiscutido de los Pesos Supermedianos, quien ostenta las fajillas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el entrenador del Code Jalisco, aunque sabe que muchos lo tachan de barbero, explica que éste desde chaval demostró mucho carácter y ganas, y que para nada es un improvisado, porque ya se le veía talento.
“Cuando perdió el Nacional se veía triste, dijo que iba a ser campeón, y lo cumplió con nosotros, siempre ha tenido esa fortaleza, ese carácter fuerte, no se doblega ante cualquier cosa. Quieren verle peleas como las de Julio César Chávez, como las de Juan Manuel Márquez, pero tiempos son tiempos, y el peso también; para mí es un jalisciense destacado e histórico. Desde chavito hizo muchos sacrificios, pero la gente no se pone a ver esas cosas. Canelo está a la par de Hugo Sánchez, de Checo Pérez, es un triunfador”.
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Si quieres pásame su número y le marco... Desde el Ángel
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