‘Saqué el colmillazo’; Vaquero Navarrete acepta que ante Wilson tomó ventaja

Días después, aún en la resaca de una batalla en la que demostró agallas, y un gran corazón para reponerse, y ya en el desenlace salir con el puño en alto, tras noquear en el noveno round a Liam Wilson, Emanuel “Vaquero” Navarrete analiza lo que pasó aquella noche en la Desert Diamond Arena, el sitio dispuesto en Glendale, Arizona, para su última reyerta.

Y es que luego de que visitó la lona en el cuarto asalto, y cuando parecía desfallecer por una dura combinación de su oponente australiano, el mexiquense, sacando lo que para él fue el ‘colmillazo’, pudo reponerse, pero de igual manera acarrear varias críticas por un accionar que para algunos no fue el mejor.

Emanuel, tras caer, la primera vez en su carrera, por cierto, optó por ganarle tiempo al tiempo, tomarse una bocanada y seguir con el combate, sin importar que tuviera que apegarse a una falta en el reglamento, y ello derivó en su triunfo fulminante por la vía del cloroformo.

Y es el mismo Vaquero, en el gimnasio en el que suele prepararse, en su pueblo, San Juan Zitlaltepec, en Zumpango, Estado de México, quien en entrevista con mediotiempo revela que, aun cuando sabe que pudo ir en contra de las reglas, en ese momento en lo único que pensó fue en reponerse, porque además sabía que aquella decisión no era valedera para poder perder en la mesa.

“Después de sufrir la caída, no me caigo tanto del primer golpe que se supone que es el que me desbalancea un poco, sino que me agarra con los pies juntos, y cuando me quiero reincorporar, me da dos golpes, uno lo sentí en la nuca y acaba con un tercero cuando toco el ring con un guante, porque ya iba muy de lado, me da el último, y eso ya es fuera de las reglas, también es algo malo, y ahí sí es cuando termina por ponerme mal.

“Cuando me incorporo se ve cómo tomo las dos cuerdas del ring y me siento mal, mareado, entonces, aunque sé que es malo, sacamos el colmillazo, volteo y tiro el protector para recuperarme más, y pues sí, pero el réferi nos dijo dos veces, que, si el protector salía de la boca de alguno, ‘tengo que levantarlo, llevarlo a enjuagar y se los vuelvo a poner, la esquina no tiene nada que ver’, pero ni lo lavó, y yo le preguntaba porqué no lo había lavado, pero creo que también trató de no perder tanto tiempo, porque sabía que era un momento importante para el rival”, acepta Navarrete.

‘No pudo noquearme’

Agregado a las voces críticas por el actuar del tres veces monarca en tres divisiones, Wilson igual se quejó de que éste según le restó opciones para aspirar a calzarse el cinturón Superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que estuvo en disputa; sin embargo, Emanuel asegura que no aprovechó lo que aún le restaba a ese capítulo cuatro de su pleito.

“Le eché colmillo un poco y Wilson empezó a comentar muchas cosas, pero la verdad es que en esos segundos que quedaban, ya no me conecta tan sólido, llego a la esquina, trato de relajarme y ya cuando salgo cambia toda la pelea, porque además lo vi en declive, porque lo estaba castigando abajo, lo fui mermando, y gracias a eso pudimos terminar por nocaut.

“No es legal que lo haga (tirar el protector), pero ya muchos lo hacen, entonces es algo como normal, aunque no sea válido, lo hago y me gano unos cinco u ocho segundos más, que la verdad fueron fundamentales para que me recuperara.

“Sí, estaba aturdido, pero traté de pararme lo más sólido posible y te vas para allá y para acá, a estar en movimiento, creo que desaprovechó, parece que me conecta, pero ya no tan duro”, ataja.

‘Tenían que descalificarlo’

Vaquero, consciente de que obviamente sacó ventaja al ganar unos instantes de respiro, en la otra cara explica que, aquella mano que logra derribarlo por completo, ya cuando estaba tirado, fue una trampa de Wilson que, en el recuento o, al momento de sancionar el tercero en la superficie, hubiera sido una más grave que en la que él incurrió.

“Si estamos en eso, el réferi también tuvo que descalificar a Wilson, por el último golpe que me conecta, porque eso no es válido y me termina por tirar, no fue legal; y si vamos a esas, lo mío queda mucho más leve que lo que hace él.

“Lo máximo que pudo hacerme a mí, por mi proceder, fue quitarme un punto, pero a él lo tuvo que descalificar, entonces el réferi tampoco hizo lo que debía con el protector. No sé si le hubiera alcanzado para noquearme si no tiro el protector, pero eso ya no lo vamos a saber nadie.

“Yo ando bien a gusto, ando bien tranquilo, sé que lo que hice no fue algo del otro mundo, el que tirara o no tirara el protector no garantizaba que me noqueara, posiblemente me pudo haber agarrado, tuvo la oportunidad y no lo hizo; tampoco me estoy quejando del golpe que me dio a destiempo; me dijeron que se encontraba afuera de la habitación en la que yo estaba, que querían la revancha en Australia y les dije que donde quisieran y cuando quisieran, pero se echaron para atrás”.