Columna de Daniel Aceves

Beisbol, fuente diplomática

Al asistir al México City Series 2016 -realizado en el parque Fray Nano de la Ciudad de México- para testificar el partido entre los Padres de San Diego y Los Astros de Houston, se refrenda la importancia diplomática del beisbol y muestra de ello es el partido amistoso entre Tampa Bay y la selección nacional de Cuba.

Con el histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas iniciada en diciembre del 2014 por Barack Obama y Raúl Castro, con la intermediación del Papa Francisco, ambos mandatarios presenciaron el encuentro deportivo en el estadio Latinoamericano que lució repletó y con sus mejores galas, con la asistencia de unos 50 mil aficionados que ovacionaron a ambos presidentes.

El denominado Rey de los Deportes es de los más populares en ambos países; Cuba fue de los grandes protagonistas en la disciplina dentro del programa de Juegos Olímpicos con la obtención de tres de cuatro medallas de oro y más de 20 veces campeón mundial, mientras que Estados Unidos tiene las Grandes Ligas, una de las más competitivas y rentables del mundo. Asistir a un partido en La Habana o en Estados Unidos es todo un espectáculo deportivo, la calidad de uno y otro es indudable porque cuentan con una dilatada historia.

Previo al partido, el presidente Obama realizó una histórica gira de trabajo de dos días en la capital cubana; cabe mencionar que hace 88 años un presidente de Estados Unidos no visitaba la isla, el último fue Calvin Coolidge en 1928.

La Habana tuvo dos motivos para paralizarse: fue el fin del deshielo entre ambas naciones, pero sobre todo para volver a presenciar la pasión por el beisbol a ese nivel, así fue en 1999 cuando los Orioles de Baltimore llegaron para disputar una serie de partidos contra los antillanos.

El beisbol se ha convertido en un elemento fundamental para incorporar temas de paz, desarrollo y tolerancia entre diversas ideologías y muestra de ello es lo vivido en Cuba y en otros hemisferios que han visto destensar las diferencias políticas, sociales y económicas a través de espectáculos deportivos como el vivido este fin de semana en la capital de la República Mexicana, en donde la MLB se apersonó en México.

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