Columna de Caleb Ordoñez

¡Venga, Giovani, demuestra quién eres!

Dicen que la vida siempre da segundas oportunidades, es el caso de Giovani dos Santos, el jugador que nos ha dado alegrías a los mexicanos, con goles verdaderamente importantes en torneos sumamente competitivos. Es imposible olvidar ese gol, que marcó apenas comenzando el segundo tiempo a Holanda en Fortaleza, Brasil, en el mundial del 2014 y nos daba toda la esperanza del quinto partido, aunque luego un dudoso penal nos haría trisas el corazón a millones de compatriotas.

A los 18 años, Dos Santos cumplió su más grande sueño, debutando con el equipo de FC Barcelona entrando a la cancha por uno de los mejores jugadores de la historia, Thierry Henry. Desde ese día la ilusión del futbol mexicano se inflamó en el joven debutante quien terminó con 28 partidos de la liga española y cinco de Champions League.

Algo sucedió, quizá se rompió o se desvió en el camino. Dos Santos estaba ahora vestido con la playera del Tottenham en Inglaterra, de escándalo en escándalo, capturado en fiestas y diversos eventos extra cancha, Giovani comenzó a transitar por diversos equipos desde el Ipswich Town, Galatasaray y Racing de Santander. En cuatro años, aquella joven promesa solamente había registrado 3 goles con los Spurs y para el 2012 el ocaso parecía llegar, la densa noche comenzaba a cubrir la historia llena de anhelos del hijo de la leyenda Zizinho.

¡Era en España! Ahí es donde mejor se sentía, llegó en a finales del 2012 al Mallorca y volvió a brillar con un futbol brillante, los goles regresaron, que aunque no en la cantidad deseada, eran suficientes para volver a las pantallas internacionales, suficiente para que en 2014 el Villareal pagara seis millones de euros por el mexicano. No se equivocaron, los 13 goles marcados lo volvían a posicionar como uno de los más grandes exponentes de LaLiga, además ese mismo año brillaría en Brasil en un gran mundial con México.

DE VUELTA A LA CÚSPIDE 

Estaba en su mejor momento, 27 años, respetado de nuevo, admirado por millones, patrocinado por grandes marcas, alentado por los agoreros de las altas y bajas en los grandes equipos, el apellido Dos Santos se escuchaba en uno y otro rumor, algunos incluso aseguraban que el Villarreal no lo dejaría ir por ninguna cantidad; sin embargo, el sube y baja de su vida, la montaña rusa de la carrera del delantero daba una noticia tan imprevista como sorprendente: Gio decidía jugar para el Galaxy de Los Ángeles,California.

Una vez más las críticas, los dedos flamígeros y condenatorios lo criticaban a morir. Otra vez los juicios de opinadores y periodistas que sin recato regresaban a los tiempos de aquellas historias oscuras; de las mujeres y el alcohol, aquel Giovani que estaba atado al fracaso, por el simple hecho de decidir jugar en la liga norteamericana, tan desdeñada y menospreciada.

Los primeros tres años de Giovani en Estados Unidos fueron buenos, a secas. Buenos números, gran afición hacia su persona y una sonrisa que se fue apagando poco a poco. La noticia del 2 de Marzo del 2019 desconcertaba a todos sus –muchos- seguidores y admiradores: El Galaxy había decidido dejar fuera del equipo a su número 10. En un principio se afirmó que dejaba de ser jugador franquicia con una reducción de su sueldo, sin embargo, finalmente el futbolista no llegó a ningún acuerdo y ambas partes determinaron su salida.

OPORTUNIDAD DORADA

En una impetuosa y quizá rara negociación, de la cual no se ha hablado lo suficiente, Dos Santos regresa al futbol y lo hace en uno de los equipos más populares de México, el América.

Gio debe de estar agradecido con la vida. Han pasado meses desde que no lo vemos en un juego oficial, está a minutos de debutar en el futbol mexicano, hoy regresa a su país con huellas de distintas y grandes batallas, seguramente con muchas heridas en el camino y cicatrices en su mente y alma. Pero tiene esa bendita oportunidad que se le ha entregado de rencontrarse una vez más con su gente, en el estadio azteca, que verá su talento cada quince días, mientras que él podrá recorrer el país para ser amado y odiado, pero nunca ignorado.

A unos minutos de saltar a la cancha, Dos Santos ha sido tajante, sabe que en redes sociales no se habla de su gran calidad, sino de su vida fuera de las canchas, pero ya no es aquél niño debutante en el Barcelona, ha aprendido a enfrentar la crítica como pocos futbolistas a su edad. Sobrio, decidido y hasta desafiante Gio declara: “La gente habla más de una foto que pasó hace diez años que de lo que he hecho en mi carrera como futbolista. Era joven, cometí un error y aprendí  de esto y a partir de ese momento hay otro Gio”

En lo personal, jamás podría darme gusto que el América gane un partido, ni siquiera que anote un gol. Pero soy un entusiasta de las historias de restauración y de aquellos que cuando están en la lona se levantan una y otra vez hasta vencer. Por eso, seguiré de cerca los encuentros de Giovani.

A ti, el nuevo Giovani Dos Santos, te deseo que le calles las bocas de todos los que te atacaron con desprecio, anhelo que tus entrañas vuelvan a arrojar la pasión por ser el gran jugador, el apasionado futbolista que soñó desde muy niño la gloria. Porque no hay triunfo sin sufrimiento, nunca habrá éxito sin esfuerzo. Por eso ¡Rómpela como nadie lo imagina! Demuestra que las mejores historias se hacen de los despojos, de los que consideraron un día muertos y que vuelven a revivir.

Hazlo por todos aquellos que no tuvieron la misma oportunidad que tienes en tus pies en este momento.



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