Cristóbal Ortega, a Chivas; Benjamín Galindo, al América

El Clásico Nacional tiene historias desgarradoras, dramáticas e intensas, pero también capítulos no escritos, cambios que no se dieron, que sólo con el pasar de los años se van develando por sus principales involucrados o por la indiscreción de algunos otros que les tocó vivirlos de cerca.

Los románticos del futbol, al conocer o enterarse de estos cambios de jugadores que también alimentan la rivalidad entre América y Guadalajara, suelen calificarlos de imposibles, pero en su momento estuvieron sobre la mesa, y sólo el necio destino fue capaz de evitar que se concretaran.

En estas historias ocultas del Clásico Nacional estuvieron involucrados dos referentes, un par de talentosos como Cristóbal Ortega y Benjamín Galindo, iconos que marcaron época e identidad portando la playera de las Águilas y el Rebaño, respectivamente.

Las páginas que escribieron con sus equipos pudieron no haberse logrado, ya que estuvieron cerca de jugar con el rival, pero todo quedó en un intento de terceros involucrados para consumar dichas transferencias.

En la década de los 80, cuando América cosechaba títulos, uno de los cuales se lo ganó a su archirrival, el Guadalajara, el entonces técnico del Rebaño, Alberto Guerra, habría pedido a su presidente, Marcelino García Paniagua, que si querían ser campeones tendrían que contratar al americanista Cristóbal Ortega.

Una propuesta que se antojaba atractiva, pero complicada de lograr. Se trataba de uno de los referentes de Coapa, pero se tocó la puerta del vicepresidente americanista, Francisco “Panchito” Hernández. La respuesta fue contundente y la esperada: Cristóbal Ortega no estaba transferible.

Esta postura desencadenó que Cristóbal se convirtiera en uno de los pocos jugadores que sólo militó en una sola institución en toda su carrera, de 1974 a 1991, tiempo en el cual ganó 6 títulos de liga y se convirtió en un icono del americanismo, aunque nunca ha recibido la oportunidad de ser su técnico.

A mediados de los años 80, un joven zacatecano deslumbraba al futbol mexicano con la playera de Tampico Madero. Era Benjamín Galindo Marentes, dirigido por un ex americanista, el chileno Carlos Reinoso, quien le habría propuesto que continuara su carrera en el cuadro capitalino.

Galindo Marentes estaba abierto a escuchar propuestas para dar el siguiente paso como futbolista profesional, era cuestión de tiempo para que llegara esa oferta. La que recibió fue de Chivas. Marcelino García Paniagua fue a buscarlo hasta Tamaulipas, donde cerraron su fichaje.

Una hora después sonó el teléfono de la casa de Benjamín. Del otro lado de la línea estaba Panchito Hernández, quien le llamó para ofrecerle ir al América por recomendación de Carlos Reinoso. Momento complicado, pero había que ser honesto.

“El Maestro” Galindo tuvo que decirle al directivo americanista que lo sentía mucho, pero que 60 minutos atrás cerró su contratación con el club Guadalajara, donde tiempo después edificó momentos importantes en su carrera.

El Clásico Nacional tiene sus batallas dentro y fuera de la cancha, con pasajes que no siempre se cuentan en su momento, pero con el transcurso de los años se van conociendo, y le dan un sabor especial a la historia entre América y Guadalajara, aunque muchos piensan que los duelos del pasado fueron mejores. Cuestión de gustos y enfoques.